Mezquitas portátiles

Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Traducido al mundo mega urbano del siglo XXI: si eres musulmán y no tienes tiempo de ir a la mezquita el viernes, quédate en casa y reza en una mini mezquita portátil. Se llama Mirhbox, tiene dos metros de altura cuando se despliega, tiene forma de ‘mirhab’ y el nicho en el muro de la mezquita que indica la dirección de La Meca. El inventor: Hassmem Bounamcha, un imán de París, las vende a 450 euros. «Me he dado cuenta de que cuando estoy en la mezquita, me concentro mejor en mis oraciones que cuando estoy en casa. Así que pensé en recrear el mirhab», explicó el imán de Aubervilliers Hassen Bounamcha al diario galo Le Parisien. La «mezquita móvil» está fabricada en cartón rígido, poliestireno, contrachapado o plástico, reforzada con dos capas de aluminio. La noticia, publicada por Der Spiegel (entre otros), ha pasado absolutamente desapercibida en España. Por si alguien la «menea», y dado el trogloditismo fanático de los ultras católicos de la piel de toro, remato el post un apunte: el ancestro de esta mezquita móvil es una iglesia cristiana inflable, de diez metro de altura. Su lema, «cásate donde quieras», habla por sí mismo. Realmente, el pedido original llegó de Dallas, esa América profunda, donde un pastor está recuperando a las ovejas descarriadas plantando su plástico divino en los lugares más insospechados. Si San Pedro no va a Roma…

*La foto es de Reuters.

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