Posteado por: Bernardo | May 31, 2013

La Comuna (P2P) de Madrid

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Los años 20, en el boomerang neblinoso de la historia, sobreviven en una postal roja de un cabaret burlesque del Berlín dadaísta. Los años cuarenta son un eco de tango bailado por inmigrantes en los arrabales de Buenos Aires. Los ochenta suenan a vinilo poblado de los gritos punk del Londres #postindustrial. La década de 2010 será un recuerdo de plazas tomadas, de calles vivas, de creatividad político-cultural. Será sinónimo de Madrid. De aquí a unos años, algunos recordarán la convulsa situación política, la violencia policial o el desempleo. Pero lo que pasará a la historia será otra cosa: una ciudad viva, transversal, oblicua, intensamente social, con un espacio público politizado, libre, conectado con el mundo. La década de los 10 será sinónimo de una ciudad autogobernada por sus ciudadanos, poseída por un vendaval de innovación social, por un dinamismo sin parangón. En la postal, sembrada de manos en alto, se leerá: la Comuna de Madrid.

La Comuna de Madrid – más dispersa, heterogénea y cosmopolita que la Comuna de París de 1871 – será rememorada como el rincón donde nació la comunicación-acción, la acción-pensamiento, el pensamiento-prototipo. Madrid, como efervescencia de redes y calles. Madrid, como territorio e imaginario de proyectos, procesos y acciones tecnopolíticas. Madrid como un laboratorio ciudadano glocal que mira al mundo incluyéndolo al mismo tiempo. Pero en la Comuna de Madrid no todo es acción, hecho, asamblea, escrache. En la urbe – con su tejido red expandido en el resto del Estado español – se está cocinando un cuerpo teórico que arropa las nuevas prácticas. Teoría bastarda, remezclada, promiscua. Teoría-práctica. “El procomún es una zona de intercambio donde los commons tradicionales se encuentran con la cultura libre”, asegura el investigador Adolfo Estalella, contextualizando su texto en Madrid. Y acá radica un pequeño secreto.

Desde finales de los años noventa, la cultura libre se enredó en Madrid con los movimientos sociales en centros okupas como El Laboratorio. Mientras los squatters de Berlín siguen anclados en la estética punk y en un antifascismo clásico, en la treintena larga de Centros Sociales Ocupados (CSO) de Madrid se fragua un nuevo mundo en red, horizontal, agregador. Un nuevo mundo impregnado de ética hacker que diluye las fronteras de lo off y lo online. Que difumina las fronteras de los países y Estados Nación.

Son centros sociales diferentes. Son extensiones de las plazas ocupadas en la primavera del 2011. Centros que funden el dentro y el afuera. Centros que expanden su acción en todos los espacios urbanos. Cierto: nunca en su historia Madrid había tenido tantos Centros Sociales Ocupados (CSO). Aunque en la cantidad no reside el diferencial de esta nueva era de la urbe. ¿A qué sabe huele, suena, huele la Comuna de Madrid?

Captura de pantalla 2013-05-31 a la(s) 09.47.36Imagen: ilustración de  @Ciudad_basura y @maralpel para el seminario #OPENmadrid de ThinkCities.org

Por un lado, algunos de estos espacios exceden la definición de Centro Social Ocupado. Son algo más. Algo diferente. El ejemplo más paradigmático es La Tabacalera, una antigua fábrica cedida por el Gobierno a movimientos sociales del multicultural barrio de Lavapiés. La Tabacalera, que se define a sí misma como Centro Social Autogestionado, es un espacio que encajaría en la teoría del partner state (Estado socio) de Michel Bauwens, fundador de la P2P Foundation. El proceso Esta es una plaza, un parque autogestionado con ayuda de un blog colectivo, también cuenta con el beneplácito del poder público hace muchos años. El Estado socio pone la gobernanza de sus espacios a disposición de la sociedad. Una sociedad en red, peer-to-peer, persona a persona, que se auto organiza al margen de las instituciones sin recharzarlas. Y en la Comuna de Madrid, #estápasando

En segundo lugar, el espíritu del 15M está creando un nuevo caleidoscopio que borra del imaginario la casa okupa clásica. Del Patio Maravillas a La Morada del barrio de Chamberí, pasando por el Espacio Sociocultural Liberado y Autogestionado El Eko de Carabanchel, los nuevos espacios sociales de Madrid son agregadores, heterogéneos, plurales, mestizos. Y no tienen el viejo antagonismo «antisistema» como epicentro. En ellos, se cocinan-prototipan mundos nuevos, sin necesidad de destruir frontalmente el actual. Con construyen cosas, conexiones, procesos. Sin antagonismo. Y la participación es mucho más intergeneracional que hace unos años. Los Yayoflautas de Madrid – los abuelos del 15M – ensayan teatro en La Tabacalera, por ejemplo. La relación con la tecnología, además, es muchísimo más intensa.

En todos estos espacios, el nuevo mundo se vislumbra en jergas-siglas Este interesante texto del Vivero de Iniciativas Ciudadanas de Madrid habla de «DIY (Do it YourSelf), CO-, #, WIKI,MIDDLE-OUT, PRO-, P2P, DIWO (Do it with Others), SLOW-, CROWD-, DIT, @, OPEN, NET- o BOTTOM-UP» como prueba del nuevo mundo que está en marcha en la ciudad. Jergas habituales en la cultura digital. Jergas/siglas que intentan definir prácticas horizontales, colaborativas, en red, transversales. Un detalle vital: las siglas son Prácticas Que Se Tocan. Son reales, aunque algunos no sepan qué significan. ¿A qué sabe-suena-huele, pues, la Comuna (P2P) de Madrid?


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Imagen: La Galería de la Madalena

Una definición imperfecta: Ciudad P2P (peer-to-peer): dícese de la urbe en la que sus nodos (calles, plazas parques) pueden estar conectados entre sí sin pasar por el centro. Persona2persona.Plaza2plaza. Parque2parque. En La Comuna P2P de Madrid los nodos / barrios se han reconectado con otras lógicas, al margen de periferias y centros. Una de las grandes novedades de la Comuna P2P de Madrid reside en los espacios a cielo abierto. El #TomaLosBarrios, que disgregó la Acampada Sol en los primeros días de 15M en asambleas locales, reforzó a esa Comuna P2P de Madrid que ya estaba en marcha

Desde finales de los años noventa, el cambio de piel ha sido paulatino. El 15M apenas multiplicó, aceleró. La Comuna P2P de Madrid empezó a coger forma con los reciclajes / resignificaciones urbanas de Basurama, ZooHaus, Left Hand Rotation o Boa Mistura. Y con los mobiliarios-proceso de licencias libres, low cost y temporales de Zuloark, como el superbench o #Savethedinosaur. Y con las intervenciones urbanas de Todo por la Praxis, su guía de Vacíos Urbanos Autogestionados, sus hackeos físicos como el Banco Guerrilla. Y con las regeneraciones de tejidos barriales de Paisaje Transversal. Y con las galerías post it en muros y paradas de autobús de La Galería de Madalena.

El 15M, como ineludible salvapantallas común, dinamiza las plazas con pensamiento y acción política. En la Comuna P2P de Madrid, a día de hoy, se celebran un centenar de asambleas políticas en el espacio público. La calle, en palabras de Adolfo Estalella, no es sólo el lugar del ejercicio político sino el método de esa política. «El derecho a la ciudad» de Henry Lefebvre renace en Madrid a diario. Y muta y se recicla en calles y redes.

El mencionado proyecto Esta es una plaza abrió el camino de la ciudad híbrida (redes digitales + espacios físicos). El Twittómetro que ampliaba a la red las asambleas de la Acampada Sol o el mapa en tiempo real de #Voces25S crearon esa acuarela digitalógica, fisital, cíbrida. La Comuna P2P de Madrid es una ciudad hecha de átomos y bits, virtual y analógica a partes iguales. Madríbrida, como un cúmulo de streamings ciudadanos de PeopleWitness (proyecto nacido en Barcelona). Madribrida, como personas que deambulan por la urbe comunicándose en tiempo real con grupos de What’s App. Como una sesión de ThinkCommons.org que proyecta en el espacio físico un encuentro virtual de varias personas del mundo.

La ciudad viva con la que soñó la estadounidense Jane Jacobs, icono de la humanización de las urbes, habita en la híbrida Comuna P2P de Madrid. En el hashtag-acción #BarriosDespiertos. En iniciativas como El paseo de Jane, un paseo-deriva urbana para tejer redes humanas en los barrios. La Comuna P2P de Madrid es una postal viva, bastarda, interracial, profunda, poética, sexy. Los profesores universitarios ocupan el espacio público con 500 aulas en un solo día, con streaming y cobertura de redes. Y los desconocidos se juntan en parques, plazas o blogs en los Desayunos ciudadanos.

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Imagen: El Campo de Cebada 

¿A qué sabe-suena-huele, pues, la Comuna P2P de Madrid? A la vida social del espacio El Campo de Cebada, recientemente galardonado con el Golden Nica, del Ars Electrónica, en la categoría de ‘comunidades digitales’. En ‘El Campo de Cebada’ – un espacio gobernado transversal y horizontalmente por sus vecinos – se enredan permacultura, arquitectura en beta, cultura libre y una inspiradora convivencia intergeneracional-racial-cultural. En la Comuna P2P de Madrid la cuestión no es tanto el qué hacer sino el cómo hacer. Y por eso la urbe-mundo está entregada al nuevo concepto del comoísmo: el quid de la cuestión se encuentra en los procesos y metodologías y en lo transversal, inclusivo, interdisciplinar y heterogéneo.

La Comuna P2P de Madrid es copyleft (copia liberada). Sus plazas son copyleft. Cualquiera pueda sentarse, hablar, grabar. Compartirlo con el mundo. Graba tu plaza. Copiala. Súbela a la nube de MediaTeletipos. El invidivuo renace en el nosotros. Y para rabia del fanático individualismo neoliberal la Comuna P2P de Madrid es la ciudad DIWO (Do it With Others). Ciudad Hazlo Con Otros. Ciudad Colabora. La Fundación Robo no es una persona. No hay líderes. No hay rostros. Somos nosotras. Las canciones son colectivas. Son reapropiables. En el Madri DIWO la clásica Bicicrítica – paseo colectivo en bicicleta sin rumbo fijo– transmuta en el Plano de Calles Tranquilas. O en el bar y espacio de co-working La Bicicleta, que nació como un proyecto de crowd funding. Solo no puedes. Con amigos sí.

En los ochenta, en el Madrid narrado por Joaquín Sabina “el sol era una estufa de butano”. Y había “jeringuillas en el lavabo”. Desempleo. Yonquis. Rock cervecero. En la Comuna de Madrid hay desempleo. Pero prima lo trans-, lo co-, lo inter-, lo plural. Y la Cultura_RAM, un nuevo paradigma cultural basado en el intercambio y lo relacional, no en lo acumulativo. Hazlo con otros. Comparte libros en Bookcamping.cc. Cambia tu tiempo en el banco NOCKIN. Comparte Internet con tu vecino en WIFIS.org. Bebe conocimiento libre en la librería-editorial Traficantes de Sueños. Piérdete en el turismo hacker del proyecto Loginmadrid, en el que cada persona local es un password que introduce al visitante en comunidades barriales. La Comuna P2P de Madrid sabe-huele-suena a serendipia, a encuentros fortuitos, a cultura abierta a innovaciones cruzadas.

Al inicio de los noventa, Madrid todavía era aquel “mar de alquitrán, feudo estatal” contra el que despotricaba el grupo de heavy metal Barón Rojo. Una #PostMetrópolis con un centro repleto de instituciones y una periferia obrera desconectada emocionalmente del corazón urbano. La Comuna P2P de Madrid es un dédalo de plazas interconectados que crece y muta al margen de representantes, Gobiernos e instituciones. Dialoga, co-crea. No depende de lo institucional. Pero tampoco es antagonista.

La urbe, simplemente, renace sin pedir permiso en sus espacios inertes o desocupados. En el Mercado de San Fernando (Lavapiés), por ejemplo, se venden libros al kilo en La Casqueria y las verduras conviven con el software libre. La ciudad se reconfigura en lo oblicuo, en lo transfronterizo, en lo asimétrico. En seminarios abiertos como Hack the Academy Studio, donde la academia derriba sus muros y la ciudadanía participa.  Se cocina-piensa en La Mesa Ciudadana, entre expertos, amateurs, arquitectos, artistas, enredas multidisciplinares y técnicos del ayuntamiento.

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Imagen: taller Arquicómics, sobre relación de la arquitectura y el cómic.

La Comuna P2P de Madrid es la cuna del concepto Extitución. Si las instituciones son sistemas organizacionales basados en un esquema dentro-fuera, las extituciones se proponen como superficies en las que pueden ensamblarse, eventualmente, multitud de agentes. Extituciones líquidas, flexibles, incluyentes, intinerantes, post it. Extituciones como el Intermediae, forjado con software libre y participación transversal, que puede celebrar sus encuentros-debates en el Matadero, pero también en diferentes espacios de la urbe. Extituciones como el MediaLab Prado, que ofrece su cuerpo a las comunidades, cocina ciencia abierta, bosteza prototipos múltiples, transforma ciudadanos en sensores (ver Data Citizen Driven City) o su fachada en una pantalla jugable, reapropiable, compartida.

Madrid, para Antonio Machado, “era el rompeolas de todas las Españas”. En la década de los 10, Madrid es el rompeolas remix de todas las plazas, de todos los continentes, de todas las lenguas, de todas las redes. Toma la plaza. Take the square. La nacionalidad no importa. El espacio de disputa de la Comuna P2P de Madrid es el mundo. Lo hiperlocal tiene latidos globales. Los ciudadanos protegen a sus inmigrantes de la policía. En los espacios comunes – ya sea Tabacalera, El Campo de Cebada o el MediaLab Prado – la multiculturalidad es la norma. Y una galaxia creciente de proyectos interculturales con sede en la urbe, como Lab Latino, Inteligencias Colectivas, Red Trans Ibérica o Curator´s Network, conectan las redes de afectos con el planeta desarrollando proyectos en otros países.

Si Madrid – ingobernable urbe de capas, puzzle multicultural, grito micro-macro nacional – estuviera gobernada por políticos despiertos, ya habrían convertido esta efervescencia en “marca ciudad”. Madrid estaría viviendo una REmovida madrileña más cool que la almodovariana. O una Movida 2.0 caza turistas que acabaría descafeinando las propuestas.

Mejor así. Que nadie se apropie del relato. Que la co-creación volcánica no tenga nombre. Que sea un río subterráneo, coral, casi invisible. Que la Comuna P2P de Madrid sea viento tenue, constante. Que sea rizoma. Que sea el océano dónde, en medio de la tormenta macroeconómica, navegan todos los afectos glocales. Que la Comuna P2P de Madrid apenas se entienda de aquí a unas décadas. Y que pase a la historia como aquella primera piedra, aquel prototipo que, plaza a plaza, palabra a palabra, concepto a concepto, fue sustituyendo al viejo mundo sin que nadie se diera cuenta.

Posteado por: Bernardo | May 28, 2013

Microutopías en red: los prototipos del 15M (II)

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Imagen: Voces con Futura

«El 15M – ya sea un diagnóstico, un movimiento, un estado de ánimo o un conjunto de vínculos humanos – ha construido prototipos. Y muchos. Jurídicos, urbanos, culturales, económicos, tecnológicos, comunicativos, políticos, afectivos». En la primera entrega del texto Microutopías en red: los prototipos del 15M comencé este inventario personal de prototipos del 15M: procesos / acciones innovadoras que ya están funcionando, logros colectivos, historias en minúsculas con un fuerte impacto, invisibles para una gran mayoría. Hable de la microutopía del método, de la microutopía urbana, de la microutopía comunicativa, de la microutopía de la cultura colectiva y de la microutopía en femenino surgidas al calor del 15M.

A continuación, otros diez prototipos cocinados colectivamente en el entorno 15M. Podrían ser más. Mucho más. Pero este texto no pretende ser una lista ni un inventario decimonónico. Este texto está en construcción. Este texto sueña con ser linterna, luz de vela. Una brizna de luz tenue que se cuele por las grietas del sistema y alumbre poco a poco la materia de un mundo nuevo. Puede haber tantos prototipos como personas. Apenas hay que tener actitud para coger la linterna, apuntar hacia un rincón e intentar ver el cambio.

                                                            PROTOTIPO 6 / MICROUTOPÍA DE LA PARTICIPACIÓN

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Las asambleas celebradas en las plazas supusieron una casi inédita politización del espacio público. A pesar de que los mecanismos de consenso no acabaron influyendo directamente en el funcionamiento de la democracia, la creación de nuevos espacios de diálogo político dejó bastante en fuera de juego a las instituciones. El proyecto / proceso Parlamento a la Calle, por ejemplo, es un verdadero jaque a la democracia estática que sólo dialoga en los hemiciclos. Además, las asambleas en las plazas sí consolidaron algunos mecanismos concretos.

El deseo de participar es la esencia de la herramienta Propongo, una plataforma que recolecta ideas políticas y habilita la votación colectiva que inspiró al Gabinete Digital del Gobierno de Rio Grande do Sul (Brasil). Por su parte, la Asamblea Virtual ha sido un verdadero laboratorio de participación tecnopolítica. Otras iniciativas como Ahora tu decides (que incentivan referendums digitales sin mediación del Estado), las urnas indignadas colocadas en las calles el pasado noviembre o las mesas de consulta sobre la sanidad de la Marea Blanca tienen un impacto simbólico poderoso, que pueden forzar cambios en los mecanismos participativos del sistema. Incluso la iniciativa Graba tu pleno, que anima a los ciudadanos a grabar los plenos políticos para garantizar la transparencia, podría considerarse también un influyente prototipo del 15M.

Pero tal vez sea Demo4Punto0, una iniciativa híbrida de participación, la más innovadora. Demo4Punto0 es un mecanismo que permite que todos los ciudadanos puedan participar digitalmente en la votación de cualquier ley. Calculando la presencia de cada partido en el parlamento, el mecanismo descuenta proporcionalmente una silla por cada 150.000 personas que hayan participado. No es casualidad que la Junta de Andalucía haya encargado el innovador Informe de Democracia Digital de Andalucía a algunos de los fundadores de Demo4Punto0.

                                                   PROTOTIPO 7 / MICROUTOPÍA DEL ACTIVISMO LÚDICO

La no violencia inspiró al 15M. El 15M resucitó la resistencia pacífica y la adaptó a la era red. Renegando a las armas, a la guerrilla urbana clásica, el 15M convirtió el ludismo en su wikibandera. Las emociones en red, la viralidad de las acciones, multiplicaban el efecto y mutaciones de las mismas. El culture jamming – remezcla de logos y símbolos revista canadiense Adbuster que incentivó Occupy Wall Street – sufrió una mutación. Y los jammers del 15M se transformaron en DJs de emociones y memes. Vimos cómo las bailaoras flamencas del flash mob Flo6x8 invadían un banco; vimos cómo una multidud montaba una fiesta en una sucursal de Bankia (vídeo arriba) para promover la campaña #CierraBankia;  nos sorprendimos con la parodia Cajero Electoral. Si los bancos son al final los que no gobiernan, ¿no deberíamos votar directamente en los bancos? El Ji Jitsu político que usa la fuerza del enemigo para tumbarle es el arma de la campaña Metro de Lujo de gente encorbatada contra la subida de tarifas, del hortera Cobrador del Chandal que perseguía a políticos o de aquella venganza fétida de llevar #TubasuraalBanco. Campaña, por cierto, que importó Portugal (#OLixoAosBancos).

La #ManiFicció que dejó en ridículo a los Mossos D’Esquadra y medios de comunicación de Catalunya (se convocó una manifestación falsa como forma de guerrilla) es otro gran ejemplo.

Imatges de la #manifantasma d’aquest vespre a Urquinaona: molta policia i periodistes, cap manifestant contra el BCE bit.ly/Jhhj5F

— BTVNOTíCIES (@btvnoticies) 3 de mayo de 2012

El 15M ha remezclado con imaginación El manual de la guerrilla de la comunicación y el Tratado para radicales, de Saul Alinsky, entre otros clásicos de la acción. Además, ha construido una auténtica guerrilla de trolls activistas en Twitter. Los perfiles @barbijaputa o el colectivo @ikastrolla son buenos ejemplos.

                                                                      PROTOTIPO 8 / MICROUTOPÍA DE LA RESILIENCIA 

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Ante la subida de las tarifas del transporte público, la resistencia clásica inventaría barricadas, manifestaciones, hogueras urbanas. La resiliencia – adaptación, microataque, hackeo – busca las grietas, lo alegal. YoMeMetro, TúTeMetras ….no pagues el billete. Si el revisor te pone una multa, existe una cooperativa que sufraga los gastos: es más barato pagar una mensualidad a la cooperativa MeMetro que pagar el abono transporte mensual. El movimiento YoNoPago, nacido en Grecia, que lucha contra los peajes de autopistas o subida de tarifas del metro, también es una prueba de resiliencia. Cuando subieron el IVA a los autónomos al 21% también hubo una organización bacteriana, un movimiento cocinado en red llamado #HuelgaAutónomos, para compartir entre varias personas una misma cuota de autónomos o darse de baja durante meses concretos.

                         PROTOTIPO 9 / MICROUTOPÍA DEL POST-SINDICALISMO EN RED

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Imagen: Marea Verde, por Andrés Arriaga. Licencia: Creative Commons.

El fenómeno de las Mareas ciudadanas, principalmente de las Mareas de Madrid, no está siendo suficientemente estudiado por sociólogos o antropólogos. Menos todavía por los medios de comunicación. La Marea Blanca (que defiende la salud pública), la Marea Verde (que lucha por la educación pública), la Marea Azul (defensa de la gestión pública del agua) o la Marea Violeta (feminismo), son una mutación de las movilizaciones tradicionales convocadas por partidos políticos y sindicatos. El 15M trastocó todo. Modificó el código de las protestas. El 15M contagió a la sociedad. Y por eso las Mareas funcionan con horizontalidad, con trabajo en red, sin jerarquías. La movilización crea un nuevo imaginario (verde=educación) y nadie acude a una manifestación con pancartas sindicales o de partido, aunque pertenezcan a ellos. Los documentos se trabajan, además, con transparencia y apertura. Las Mareas son una nueva forma de movilización social. ¿Son las Mareas una nueva forma de sindicalismo?, se pregunta hace unos meses Madrilonia. Yo no tengo dudas: las Mareas son un post-sindicalismo en red que marca el inicio de una nueva era.

El #TomaLaHuelga, el bloque crítico que el 15M convocó para la huelga general del pasado 14 de noviembre, es otro claro caso de Post-Sindicalismo.

                                                               

                                 PROTOTIPO 10 / MICROUTOPÍA DE LA INTELIGENCIA COLECTIVA 

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Mapa de Stop Desahucios, construido sobre la plataforma Ushahidi. Una alerta de SMS avisa al usuario desahuciado sobre los apartamentos que están vacíos cerca de su vivienda que sean propiedad de los bancos.  

El “sólo no puedes, con amigos sí”, una frase del rebelde programa infantil La Bola de Cristal (1984-89), fue un grito habitual en la primera fase del 15M. Quizá por eso se ha pasado con tanta naturalidad del DIY (Do it Your Self, hazlo tú mismo), uno de los mantras de la era red, al DIWO (Do It With Others, hazlo con otros). Un matiz interesante: el 15M ha consagrado de la ‘multitud’ frente a la ‘masa‘. Frente al ‘hombre masa’ del que hablaba Ortega Gasset se está configurando el ‘hombre multitud’ (Toni Negri, Howard Rheingold) , que conforma un cuerpo mayor, autónomo, que supera a la suma de sus partes. Las multitudes inteligentes del 15M han visibilizado como nunca el poder del concepto swarm (enjambre) (Kevin Kelly / Steve Johnson) o de inteligencia colectiva (James Surowiecki, Pierre Levy). Movimientos como Stop Desahucios (que intentan evitar desahucios colectivamente), acciones como los Escraches (que señalan en público a políticos y banqueros) o campañas como Toque a Bankia son la prueba empírica del poder del enjambre y la inteligencia colectiva.

La inteligencia colectiva nutre la 15Mpedia o el Glosario Abierto del Vivero de Iniciativas Ciudadanas. La inteligencia colectiva es la mejor aliada de os grupos de What´s app creados por ciudadanos durante las manifestaciones para velas por su seguridad. La inteligencia colectiva alimenta el mundo paralelo, sostenible y alternativo mapeado en el proyecto MeCambio.Net.

                                                                             PROTOTIPO 11 / MICROUTOPÍA DE LO COMÚN

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“Del caos han surgido esas acciones, construcciones y giros que tienen intenciones integrales, no corporativas; tienden a organizarse como comunidad”, afirmaba recientemente la hacker Marga Padilla en un texto de TomalaPlaza.net. Y el 15M es un manantial de comunidades. Un manantial de comunidad de vecinos que comparten WI-Fi gracias a Wifis.org,  usan monedas sociales (PUMA y un larguísimo etcétera), sistemas de trueque digital / analógico como Nockin o prácticas cooperativas como el Proyecto No.Ma.Des.

La construcción de comunidades, la interrelación entre ellas, emana de un fuerte deseo de procomún. Los bienes comunes, lo común, estuvo muy presente como debate desde los inicios del 15M. La Carta de los Comunes, del colectivo Madrilonia.org, editada por Traficantes de Sueños, es un buen ejemplo de que la microutopía de lo común que el 15M está construyendo con prototipos concretos, a veces mínimos, simbólicos o casi invisibles está apoyada también en contenido intelectual.

                                                                           PROTOTIPO 12 / MICROUTOPÍA JURÍDICA

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El 15M ha trastocado uno de los pilares del Estado occidental: el jurídico. La existencia de la Comisión Legal Sol, que nació la primera noche de la acampada cuando una persona que asistió jurídicamente a otra, es una mutación hacia lo colectivo  de una profesión especialmente individualista. En España, algunos abogados ya llevaban trabajando en red unos años, compartiendo documentos e incentivando las licencias libres en su documentación (los que convergieron en #Nolesvotes, entre otros). Pero el 15M ha multiplicado esta microutopía jurídica colaborativa, abierta y libre. Un ejemplo son los métodos jurídicos prototipados colectivamente por Stop Desahucios y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). La operación Euríbor, cocinada, comunicada y lanzada en red, es otro espectacular ejemplo de la microutopía jurídica ‘made in 15M’.

El caso de Toma Parte es doblemente interesante. Es un colectivo de abogados en red que trabajan anónimamente. Y al mismo tiempo es una plataforma /herramienta que activa la inteligencia colectiva: “tomaparte es una herramienta diseñada para que los ciudadanos unamos nuestros recursos para lograr soluciones. Juristas aportarán el conocimiento necesario para encontrar la acción legal adecuada. Cualquier persona podrá hacer una propuesta online. La comunidad votará las propuestas, las complementará con pruebas y testimonios y aportará lo necesario mediante crowdfunding. La documentación estará disponible bajo licencias Creative Commons y podrá ser reutilizada».

Sin embargo, la microutopía jurídica del 15M está marcada por una acción concreta: 15Mparato. La campaña, lanzada a través de la plataforma Goteo.org, consiguió reunir en menos de 24 horas los 16.000 euros necesarios, para procesar a Rodrigo Rato por su sospechosa gestión al frente de Bankia. Cocinada en red, comunicada por redes digitales, consiguió la implicación de 50 accionistas que se ofrecieron como querellantes, además de decenas de testigos internos. La ciudadanía en red dejó la actitud  defensiva. Y atacó. Y mostró, en la primera acción jurídica con crowd funding de la historia, que la élite político económica puede empezar a temblar. “Se ha acabado la impunidad. En la guerra de los de arriba contra los de abajo el miedo ha cambiado de bando», podemos leer en el site de 15Mparato.

                                              PROTOTIPO 13 / MICROUTOPÍA DEL CONOCIMIENTO LIBRE

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Conocimiento libre, licencias libres, acceso libre. Desde sus inicios, el 15M se colocó frontalmente contra el copyright. Muchos nodos o actores del 15M han tenido especial importancia en la presión para mejorar la Ley de Transparencia. También en la lucha contra proyectos restrictivos como la Ley Lassalle. La 15Mpedia recoge muchísimas iniciativas alrededor de la cultura y acceso libres, como esta lista de bibliotecas en línea de libre descarga.

Por otro lado, el 15M y la mutación Marea Verde están defendiendo el acceso a la educación pública con algunos detalles innovadores. La microutopía de la ‘Ciudad del Aprendizaje’  – la enseñanza impregnando la urbe, sin muros, sin la jerarquía del pasado – está en marcha. El pasado 9 de marzo, las universidades madrileñas tomaron  la ciudad durante la campaña #UniEnLaCalle. 575 plazas y puntos de la ciudad repletas de clases magistrales.

          PROTOTIPO 14 / MICROUTOPÍA DE LA REVOLUCIÓN DE LA TERCERA EDAD 

«Somos mayores, no tenemos miedo». Este grito habitual del colectivo Iaoflautas / Yayoflautas desmantela cualquier cliché sobre el movimiento 15M y los «jóvenes desempleados que salen a las calles». Además, el nacimiento del colectivo Iaioflautas en Barcelona desactivó la intoxicación del coro mediático que identificaba a los participantes en el 15M con hippies (perro+flauta), ya que ‘yayo’ es sinónimo de abuelo en Catalunya. La expansión del fenómeno Yayoflautas por todo el Estado español fue fulgurante. Y crea el nuevo imaginario revolucionario de una Europa envejecida. Tal vez el meme que tumbe a la Troika y asalte Bruselas no será un estudiante y sí un abuelo empoderado al que su nieto le ha enseñado a usar las redes sociales. La acción #LaBolsaolavida que abre este prototipo – como la mayoría de las acciones de los Yayos – tiene un impacto simbólico que todavía no hemos alcanzado a entender. Un grupo de jubilados invadiendo una bolsa de valores ni siquiera había ocurrido en las visiones distópicas de la literatura ciberpunk. Y #EstáPasando

         

                            PROTOTIPO 15 / MICROUTOPÍA NEOINTERNACIONALISTA

El 15M ha diluido fronteras. Ha tejido comunidades transnacionales. Ha mitigado el nacionalismo exagerado que el sistema forja durante sus crisis. Primero, el 15M expandió su redes por todo el mundo, ignorando a los Estados nación. Sus gritos («no somos mercancías en manos de políticos y banqueros») se entendían en todas las lenguas. Tejer redes, diluir fronteras. Después, desde su corazón / nodo español, el 15M ha abrazado la diferencia. Ha protegido a sus inmigrantes de la policía. Ha reforzado campañas contra los Centros de Internamiento para Extranjero (CIES). Ha fundado Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos. Incluso los médicos se declaran objetores de conciencia frente al recorte de derechos y atienden inmigrantes ilegales. El 15M está fraguando un nuevo movimiento internacionalista, tan potente como el obrero de finales del siglo XIX, pero con unas herramientas conectoras jamás vistas. El vídeo de solidaridad de los ciudadanos alemanes, en respuesta al vídeo de una asamblea del 15M, es una prueba visible de una nueva microutopía neointernacionalista.

Posteado por: Bernardo | May 13, 2013

Microutopías en red: los prototipos del 15M (I)

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Imagen: Voces con Futura

Texto publicado en mi blog Código Abierto de 20 Minutos. La segunda entrega del texto ‘Microutopías en red: los prototipos del 15M’ la publicaré el próxima miércoles 15, coincidiendo con el segundo aniversario del 15M. 

“Las viejas manifestaciones, tan grises y limitadas, se han quedado obsoletas e inútiles, y han dado paso a un infinito de posibilidades. Hemos repensado la acción, la queja, las relaciones, lo público, lo común”. En el texto colectivo Esto no es una manifestación aparecen rincones-detalles que los medios de comunicación de masas ignoran. Esto no es una manifestación no es un ejercicio de nostalgia. No es un anhelo de aquella vibrante Multitud Que Ocupada las Plazas que conformó aquel imprevisible cuerpo colectivo, aquel entramado de afectos al que algunos llaman “movimiento 15M”.

Esto no es una manifestación es un inventario de detalles mínimos / máximos, de acciones, procesos, proyectos para los que mal nos sirven las palabras viejas. Esto no es una manifestación, decíamos: “Y nuestra imaginación ha desbordado por completo el espacio de lo posible, construyendo ya nuevos mundos dentro de la vieja carcasa de este”. Esto no es una manifestación. Esto no es una suma cuantitativa. Esto es más que una enumeración de logros. Esto es algo más que un eco de aquel “vamos despacio, porque vamos lejos”.

Algunos medios de comunicación se apresuran a enterrar a “lo que queda del 15M”. Tras la manifestación de hoy, convocada en las principales ciudades de España, algunos colocarán una esquela sobre el 15M. Contarán cabezas, elegirán su foto más despoblada. Manipularán incluso alguna imagen, tal como se hace en las dictaduras. Conmemorarán el entierro, aislados en su cueva, reflejados en el empañado espejo mediático del viejo mundo. No mirarán los detalles, el proceso, el goteo insistente. No observarán. No escucharán. No leerán este texto.

Cierto: el 15M es tan complejo que cuesta categorizarlo, explicarlo, traducirlo. Además, los ojos ven lo que están acostumbrados a ver, como recuerda Amador Fernández-Savater en el recomendable Ver lo invisible: unicornios y 15M. Pero quizá sí se alcance a vislumbrar su potencia transformadora describiendo pequeños gestos, sueños en minúscula, construcciones colectivas, invisibles para muchos. El 15M no necesita más la utopía en mayúsculas, no. No necesita aquella UTOPÍA del Mayo del 68, aquella estúpida “playa debajo de los adoquines” que nunca apareció. No la necesita porque el 15M ya ha construido su propia utopía: decenas, centenares, miles de microutopías en red. El 15M no necesita un modelo utópico porque ya tiene – uno, cientos, miles – de prototipos reales. Prototipos microutópicos, conectados entre sí, conectados (casi) en tiempo real.

Palabras clave, sí: prototipo. «Ejemplar original o primer molde en que se fabrica una figura u otra cosa». La cultura digital, los procesos copyleft, la ética hacker tan presentes en los preámbulo del 15M impregnaron esta nueva revolución de multitudes conectadas. El prototipo, en el nuevo mundo abierto basado en los procesos, sustituye al modelo definitivo. Y el 15M ha cocinado no ha dejado de cocinar prototipos. Los ha construido colectivamente, en red, de forma abierta. En aquella Acampada Sol inicial no había apenas personas protestando frente al colapso del sistema. En aquellas acampadas estaba el nuevo prototipo de mundo. Y estaba en los detalles. En sus guarderías, en sus bibliotecas abiertas, en sus huertos, en sus streamings, en sus mecanismos analógicos y digitales para proponer cambios. El 15M – ya sea un diagnóstico, un movimiento, un estado de ánimo o un conjunto de vínculos humanos – ha construido prototipos. Y muchos. Jurídicos, urbanos, culturales, económicos, tecnológicos, comunicativos, políticos, afectivos.

La potencia del 15M no está en la reacción, en la (necesaria) defensa colectiva del sistema del bienestar. Su bomba poético-real está en su naturaleza propositiva, creativa, innovadora. Ante la ceguera generaliza de nuestros políticos, ante el ojo tuerto de los medios, visibilizar estos prototipos reales, vivos, exportables-exportados es más necesario que nunca. No es una lista, no. Tal vez, un acto de justicia poética. Un inventario subjetivo que conforma algo mayor para lo que todavía no tenemos nombre

Nuestra venganza es ser felices, venimos diciendo un tiempo.

                                                                PROTOTIPO 1 / MICROUTOPÍA DEL MÉTODO

asamblea

Imagen: Ondas de Ruído. Licencia Creative Commons Share Alike 2.0

Las acampadas de 2011 sorprendieron a la vieja política con un regreso a las asambleas. Asambleas no jerárquicas, abiertas, en las que cualquier persona podía participar. Asambleas políticas, por primera vez en muchas décadas, celebradas en el espacio público. Asambleas que se convirtieron en método y hardware para ensamblar las ciudades. Del diálogo y la convivencia, como reacción al antagonismo visceral de la vieja clase política, surgió la necesidad del consenso: de aquí no nos vamos hasta que nos pongamos de acuerdo. Del desgaste del mecanismo de consenso de las acampadas nació la estrategia de la distribución geográfica y temática. #TomaLosBarrios. #TomaLaPlaya. #TomaLoqueQuieras. Hazlo con otros. Hazlo abierto. Y de la dificultad de la convivencia, de la lentitud del consenso, de la descentralización, fueron surgiendo mecanismo de autonomía.

El fork – utilizado en jerga del software libre para definir una desviación pacífica en un proyecto– pasó a ser usado en la política ciudadana del 15M. El recién formado Comité Disperso resume bien los nuevos rumbos del método 15M para lidiar con procesos de multitud plurales: “Se puede estar sin estar siempre. Se puede ser sin ser lo mismo. Se puede participar sin que implique casarse con nadie, ni dejar de tener vida propia. Desde el respeto mutuo, organizarse en la dispersión facilita la colaboración de personas y colectivos en diferentes grados, según sus propios deseos, capacidades y posibilidades, en cada momento”. No es de extrañar que el Partido X, Partido del Futuro, un fork del 15M, se defina como “un método”.

                                                                 PROTOTIPO 2 / MICROUTOPÍA URBANA

campodecebada

Imagen: Campo de Cebada. Licencia Creative Commons Share Alike 2.0

Las acampadas supusieron una doble mutación del espacio urbano. Primera: el paso del espacio público al espacio común. Las plazas, fustigadas por la privatización de su uso y por excesivas prohibiciones, renacieron como un común, como un procomún urbano. Los ciudadanos en red, sin jerarquías ni líderes, organizaron un espacio urbano peer-to-peer (de persona a persona), de plazas-nodos conectados entre sí. La segunda mutación: el espacio híbrido. No eran plazas de adoquines. Era plazas hechas de átomos y bits. La vida analógica estaba íntimamente entrelazada con la digital. Inseparablemente. Durante la Acampada sol, el Twittómetro conectaba redes y plazas, espacios virtuales y físicos. La campaña #AbreTuWIFI, que incentivaba abrir el WI-FI desde los apartamentos durante manifestaciones, alimenta esta nueva ciudad híbrida. Otro buen ejemplo: el mapa #Voces25S, creado para proteger a la multitud de la violencia policial. Bastaba tuitear desde el teléfono móvil con la geolocalización activada para colocar la Alfombra Digital a la Ciudad Física.

La primera mutación camina hacia una red de espacios públicos convertidos en espacios comunes, autogobernados, autogestionados, llenos de vida, como el Campo de Cebada de Madrid. Espacios que cuentan, en su mayor parte, con apoyo de unas instituciones sin ideas ni recursos. La segunda mutación vuela hacia la plataforma móvil Convoca!, que permite hacer check in en una multitud inteligente, manifestación, evento o acampada. Ambas se mezclan en un nuevo espacio de flujos, en red, conectando peers glocalmente, más allá de instituciones y fronteras, al margen de lógicas comerciales.

                                                             PROTOTIPO 3 / MICROUTOPÍA COMUNICATIVA

peopleowitness

Imagen: Fotomovimiento.org

Pocos países del mundo viven en la práctica el concepto del sociólogo Manuel Castells de la “auto comunicación de masas” como lo hace España. Ante la mirada de unos medios masivos encerrados en sus clichés y limitaciones corporativas, el 15M creó un sistema de auto comunicación de masas sin parangón en la historia. Instauró la transparencia como método: streaming de asambleas, actas/documentos abiertos de las reuniones. Una transparencia que es acción y comunicación de forma simultánea. El 15M hizo los mejores streamings de las manifestaciones desde los inicios. La TV envejeció un siglo ante los streamings ciudadanos de People Witness o Toma La Tele. La revolución sí fue televisada, contrariando el hit sonoro de Gil Scott-Heron (The Revolution will not be televised).De hecho, algunos medios escritos, viendo el impacto global de SolTV y los streamins ciudadanos, empezaron a hacer coberturas audiovisuales en vivo para no quedarse atrás.

Y las fotografías de agencias (una buena parte) perdieron lustre ante los cañonazos poéticos del FotoMovimiento. Y Audiovisol o Agora SolRadio o el Periódico 15M (impreso en papel) marcan el paso en la innovación auto comunicativa de las multitudes inteligentes. Algunos nuevos medios como ElDiario.es, La Marea, Reset Project, Revista Números Rojos o Café amb Llet nacieron empapados de la microutopía comunicativa del 15M. Por si fuera poco, resta mencionar la máquina de Trending Topic globales de Twitter del 15M, que se cocinan en PADs colectivos como éste y ya son casos de estudios en las universidades de comunicación de todo el mundo.

                                                                PROTOTIPO 4/ MICROUTOPÍA EN FEMENINO

Vídeo: presentación de Zorras Mutantes en la Asamblea General de Sol, el 13 de mayo de 2012.

Del nosotros al nosotras. Ver a hombres hablando con naturalidad en femenino, algo habitual en el entorno 15M desde las acampadas iniciales, es mucho más que un detalle. Es un síntoma. Es una mutación. Un paso de lo competitivo a lo colaborativo. De la ciudadanía a la “cuidadanía”. Es la punta del iceberg de un nuevo paradigma de mundo. No hablo de microutopía femenina porque creo que es algo más profundo. Como mínimo, asistimos a una remezcla del feminismo clásico que en ocasiones construye los mismos muros categóricos y antagónicos del machismo. El 15M está fraguando una intuitiva bajada a tierra de las utopías ciberfeministas del El manifiesto Ciborg de Donna Haraway.

La existencia de la asamblea TransMaricaBollo (colectivos gays, lésbicos y transexuales de Madrid) es otro síntoma de la microutopía agregadora, plural y transgénero que anhela el cuerpo colectivo del 15M. Sin ser central en el movimiento, la asamblea Zorras Mutantes, que coquetea con el movimiento queer, el poliamor y las consignas del feminismo ciborg, es otra chispa en esta microutopía del #PosFeminismo y #PosPatriarcado. Aquí un extracto de su manifiesto: «Somos animal-humano-máquina-software, y hackeamos las fronteras de lo establecido (…) Nos declaramos en huelga de género y de especie: renunciamos a nuestras categorías de género binarias y a la categoría de humano, que son clasificaciones arbitrarias de una tradición imperialista (…) no reconocemos fronteras corporales, subjetivas y territoriales de ningún tipo (…) Abominamos del dualismo sujeto-objeto, del individuo posesivo y del derecho de propiedad y nos proclamamos metacuerpos».

                                              PROTOTIPO 5 / MICROUTOPÍA DE LA CULTURA COLECTIVA

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La cultura copyleft – fraguada como resistencia al copyright – es una inspiración directa para el 15M. El Deseo Copyleft – que legitima la copia y el reuso del contenido – encendió los meses previos al 15M contra la Ley Sinde. Y de forma intuitiva, coral y no planeada se convirtió en el proceso vertebral de la #GlobalRevolution. Las plazas copyleft, las plazas corta & pega, aquellas que colgaban en sus espejos digitales cómo ocupar, cómo grabar, How to occupy, desembocaron en una creación y contagio colectivo inaudito.

Tras la explosión del 15M nació la Fundación Robo, diluyendo el concepto de autoría individual, lanzando canciones firmadas con la identidad colectiva Robo. Canciones de libre descarga, con licencia libre. Nació el hermano literario de Robo, el proyecto Asalto, literatura colectiva, pildoritas poéticas remezcladas en intensos Asaltos colectivos. Y las Plazas Invisibles, escritas por Italo Calvino + el 99%. Y VocesConFutura, los gritos gráficos de creadores inspirados – refugiados en el enjambre pixel del 15M. Y Bookcamping.cc, que surgió tras una inocente pregunta: ¿Qué libro te llevarías a la plaza?. Con sus estanterías colectivas de libros, con sus playlists de títulos, con sus visitas guiadas, Bookcamping.cc es un excelente ejemplo de la nueva cultura cocinada en red y orientada al bien común. Aunque quizá sea el proyecto transmedia 15M.cc – documental, libro, 15Mpedia – el que resuma mejor el espíritu colectivo, abierto y colaborativo de la microutopía cultural del 15M.

La remezcla – A copia a B, B recrea la obra de A  pasa de ser un defecto  a una virtud. La remezcla pasa a ser un homenaje, una co-creación. Y, por qué no, un grito de guerra. Qué mejor que #cortapegar un fragmento del Asalto nº 4, Lorca remix, en apoyo a la Marea Verde que defiende la educación: «Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. La educación necesita tu mano para vengarla. Y expulsar a quienes buscan el fracaso de las masas».

Posteado por: Bernardo | diciembre 1, 2012

Un año de código abierto

Mi blog Código Abierto en 20 Minutos cumple un año. Así lo cuento. 

Copyleft y procomún, redes y territorio, espacio público y tecnología móvil, Creative Commons y movimientos sociales, datos abiertos y hacktivismo, cultura libre y urbanismo, inteligencia colectiva y 15M. Hace un año que nació este blog. La entrada Código Abierto para una nueva era, del 2 de diciembre de 2011, inauguraba Código Abierto y congelaba bastante mi blog personal Desde Alfa Centauro. Y desde entonces he visto un interés creciente por todos estos asuntos que los medios masivos suelen ignorar. España – su sociedad, no sus políticos – es un país líder en la cultura digital, cultura libre, copyleft y mundo hacker. Ha estado en lo más alto de todos los rankings de obras licenciadas con Creative Commons, por delante de  Estados Unidos. Sigue en la segunda posición según el índice de CC Monitor. Pero su gobierno no sólo lo ignora, sino que persigue y desprecia estas prácticas. Y muchas de sus instituciones (cada vez menos) y sus grandes empresas dejan de lado la espectacular innovación social que está surgiendo en España desde los paradigmas abiertos.

Por eso me sigue pareciendo importantísimo dar visibilidad al mundo abierto, al copyleft, al mundo del código abierto que está fraguando un nuevo mundo, una nueva era. Las etiquetas del blog Código Abierto más frecuentes – viendo la nube de etiquetas de este blog – han sido 15M,  Ciudad, Copyleft, cultura libreInternetP2P y redes. ¿Y sobre los post más visitados? Han sido 169 entradas. Una media de una entrada cada 2,15 días. Todavía estoy investigando sobre qué es lo que más interesa a los lectores del blog. A bote pronto, desconfío de lo cuantitativo.Un post muy visitado, para mí, no es sinónimo ni de calidad ni de ser referencia. A veces, ocurre, eso sí. Además, cada vez es más difícil basarse en estadísticas. Hay post con muchísimos ReTuits y pocos comentarios. Algunos con muchos comentarios y poquísimos Retweets o ‘Me gusta de Facebook’. Si no hay ni comentarios ni ReTuits, sin duda, muy mala señal. Aunque a veces ocurre y el número de visitas del post es elevado.

El copyleft – la licencia de 20 Minutos – abre sorprendentes nuevos caminos: sites y medios que citan o republican el contenido original. Todo ello se traduce en un nuevo ecosistema de influencia, reputación y meritocracia de muy difícil medición. Por ejemplo, el diario Boliviano La Razón publico mi texto Cómo acabar de una vez con la cultura (remix) citando tanto a 20 Minutos como al blog, tal como exige la licencia Creative Commons. Fue la primera publicación con Creative Commons de un medio tradicional en Bolivia y muy probablemente de América Latina (que alguien me corrija). Un año después de empezar este blog puedo decir que mi reputación ha subido – no sólo por este blog, lógico – y que la mayoría de personas, colectivos u eventos relevantes de la cultura libre y código abierto de España y América Latina conoce este blog. La reputación de 20 Minutos, por consecuencia, también se ve reforzada.

He hecho una selección de las entradas que me parecen que representan mejor la esencia de Código Abierto. Evidentemente, hay una parte emocional, claramente subjetiva. Tal vez no estés de acuerdo. Me encantará saber tu opinión. Prestaré mucha atención a los comentarios y al diálogo que surja en Twitter en el hashgtag #CódigoAbiertoBlog. He decidido, también, abrir un TitanPad con todos los post que surjan a partir de ahora, para que los lectores puedan reescribirlos si lo consideran oportunos. En breve, más información al respecto.

1. Comienza la guerra creativa. Un texto en el que incitava a la comunidad a escribir textos legitimando las nuevas prácticas de la cultura libre y en red. Ante la neolengua del poder, guerra narrativa distribuida. Una sorpresa: esta entrada fue publicada en formato minilibro en la biblioteca colaborativa Bookcamping.cc. Se incluyó, por ejemlo, en la lista de libros llamada #12M15M por si te lo estás pensando…

2. España, líder en creatividad colectiva. Un texto para explicar  la popularidad de las licencias Creative Commons en España. Si unimos la fuerza del concepto y uso del copyleft, de la remezcla, del dominio público (muy usado por jóvenes creadores) y de la creación colectiva, se confirma el vital papel que los ciudadanos residentes en España cumplen en la cultura digital y la cultura libre.

3. Cómo acabar de una vez por todas con la cultura (remix). Escribir este repaso a los nuevos paradigmas de la cultura en la era digital no sólo me produjo bienestar emocional, sino que tuvo bastante repercusión en redes sociales. Muchas personas relevantes – incluso gestores culturales clásicos – me escribieron agradeciendo el esfuerzo por explicar esta nueva realidad.

4. (Re) Habitando en el vacío, enREDando el espacio. Uno de mis textos favoritos de este blog. Inspirado en una presentación de Francesco Cingolami (recomendable su blog Immaginoteca), escribí sobre espacios híbridos, sobre cómo se conectan las dinámicas digitales con los territorios, uno de mis máximos intereses.

5. Planeta corta pega. Una entrada en la que desmitifico la imagen del creador como ser casi divino. La remezcla, la inspiración en obras de otros creadores, fue siempre la tónica desde la época de Homero. Este texto legitima el copyleft y la remezcla como esencia de la nueva era.

6. Tuits claves para entender el #25S. La etiqueta 15M es una de las más frecuentes en este blog. Me he esforzado bastante en traducir algunas de las cuestiones y acciones del 15M a un público más amplio. También en informar sobre algunas cosas que pasan desapercibidas para los grandes medios. Creo que el entorno 15M lee con respeto lo que se publica en Código Abierto y por eso me seguiré esforzando en publicar cosas de interés que surjan en el entorno del movimiento. Esta cobertura de tuits del #25 (RodeaelCongreso) tuvo bastante repercusión. Por un lado, en visitas. Los periodistas somos necesarios, somos un filtro. Dar relevancia a un tuit y no a otro es una labor periodística. Por otro lado, mucha gente me comenta que casi nadie en los medios innova en forma. Insertar tuits y hacer cobertura de flujos es una forma sencilla de hacerlo.

7. Un manifiesto posperiodístico. Sin lugar a dudas, una de las entradas más populares. No sólo por número de visitas, Retuits o ‘Me gusta’ en Facebook. Este ‘manifiesto posperiodístico’, una provocación para la vieja guardia, circuló como la pólvora. Tanto, que fue traducido a varias lenguas, reproducido en decenas de sites, medios. Muy mencionado por periodistas, consultores de medios, universidades de comunicación, asociaciones de prensa. Una prueba que la reputación no se basa apenas en datos cuantitativos.

8. Aplicaciones móviles para perderse (sin consumir). Cansado de las aplicaciones móviles basadas en el mercado, en el consumo, en cercos cerrados que te dejan preso en un marco, decidí compartir algunas aplicaciones que buscan la serendipia y la libre circulación por el mundo. El situacionismo, el espíritu de Guy Debord, la psicogeografía, está contagiando a las aplicaciones móviles. Me parece fundamental reivincidar la libertad, la serendipia y la deriva como mecanismo de descubrimiento del mundo.

9. El macarrismo ilustrado de Mr. Wert. Otro de los post más leídos. Todo lo que tenga que ver con cultura libre y especialmente contra la Ley Sinde Wert tiene una espectacular repercusión en este blog.

10. Ciudadanos P2P contra la crisis. Esta entrada presenta algunas de las experiencias, proyectos y plataformas del entorno 15M para luchar contra la crisis. Mientras los medios y los políticos del mundo apenas hablan de la crisis, los ciudadanos resuelven sus problemas entre ellos, peer-to-peer, cara a cara.

11. América invertida, américa libre. Participé – vía streaming- en el festival #CómeteLaCultura, organizado por la Asamblea Austrias del 15M de Madrid. Presenté algunos proyectos iniciativas de América Latina donde la cultura libre o la colaboración tienen protagonismo. El texto se convirtió en un vínculo entre 15M y colectivos y personas del otro lado del charco.

12. Se buscan ciudadanos inteligentes (en el espacio público). Un texto muy mencionado por colectivos de arquitectura, urbanismo, diseño y tecnología.  El texto es un grito contra el concepto de smart city de datos verticales y cerrados. Creo muchísimo más en los datos distribuidos y abiertos recopilados en red por la ciudadanía gracias a hardware abierto como Arduino, por ejemplo.

13. Cultura de red. En este texto intenté – no sé si con éxito – ampliar los conceptos de cultura digital y cultura libre. Creo que las redes, esta nueva era de conexiones, están facilitando una nueva cultura: la cultura de red. La cultura de red va más allá de las herramientas digitales, de la cultura digital. La cultura de red, una definición totalmente en beta, incluye lo analógico y digital. Fue un post bastante mencionado y replicado.

14. «Los hackers son los nuevos científicos de una nueva ilustración». Esta entrevista que hice a Antonio LaFuente, investigador del Centro de Ciencias Humanas y Sociales(CSIC), tuvo un impacto brutal. Realmente, conozco pocas personas tan brillantes como Antonio LaFuente.

Por favor, recomienda otros post de Código Abierto en el hashgtag de Twitter #CódigoAbiertoBlog

Posteado por: Bernardo | noviembre 15, 2012

Cultura de red

Imagen: Urbansocialdesign.org

Olvídate de la tecnología. Imagina que Internet no existe. Ahora intenta pensar qué es una red. Una parrafito del libro El origen de las especies de  Charles Darwin puede ayudarte: «Pájaros cantando en los arbustos, con varios insectos alrededor, con gusanos arrastrándose a través de la húmeda tierra, formando un banco enredado que  depende de cada elemento de tantas maneras complejas». Ya tenemos la imagen que necesitamos: varios elementos relacionados, una red.

Podríamos buscar muchas otras. Unos predicadores cristianos distribuidos por el Imperio Romano, creando una religión. Abejas conformando un enjambre. Un ayllu de Bolivia – una comunidad familiar – que vive con propiedad colectiva. En ninguno de los casos las herramientas tecnológicas son una condición necesaria para la existencia de la red. La red es un conjunto de conexiones. La red es un arquetipo que excede a la suma de sus partes.

Siempre hubo redes. Lo interesante es que la era digital, el acceso a Internet y algunas nuevas herramientas están fomentando a un ritmo acelerado las redes distribuidas, capilares y horizontales. Las redes centralizadas (Estado vertical) o descentralizadas (Iglesia católica) están perdiendo su hegemonía. Las redes dinámicas – tan habituales en la naturaleza – empiezan a sostener las construcciones humanas (físicas, sociales, culturales, políticas). Por eso, es más necesario que nunca hablar de la cultura, de los procesos y comportamientos que están surgiendo de esta nueva era: de la cultura de red.

¿Qué es la cultura de red? De momento, una definición abierta, inconclusa. Un concepto en estado beta. Una cultura que emana de  procesos de red. Una cultura que desborda la definición de cultura. Y que también va más allá de la denominada cultura libre (basada en el copyleft y el código abierto) y la cultura digital surgida en el ciberespacio. Una cultura que es un proceso compartido que modifica la relación entre personas, instituciones, marcas y colectivos. Curiosamente, estos procesos colectivos de red ya existían en sociedades precapitalistas. La cultura hacker y la cultura indígena de los Andes, por ejemplo, comparten un ADN colaborativo similar.

Precisamente estoy en Cochabamba, en Bolivia, en  Entretejer Bolivia-Cultura de Red, un encuentro que busca la similitud de las redes analógicas de las culturas indígenas y las redes de la era digital. Un encuentro que es un proceso mayor, que desemboca en la nueva la plataforma Cultura de Red. Un espacio de diálogo, interacción y co-creación de colectivos y personas muy diferentes. Buscaremos nexos entre los procesos colectivos y colaborativos ancestrales como el Ayni y la ética hacker. Remezclaremos las dinámicas de la cultura libre con el procomún indígena. Cocinaremos una definición inacabada de cultura de red que le puede servir a todo el mundo.

Para llegar a la cultura de red, comparto unas  pildoritas alrededor de las redes, totalmente remezclables.

Imagen: colectivo Manuela Lucas

#Proceso

«Una red distribuida, descentralizada es más un proceso que una cosa». Kevin Kelly, en su mítico Fuera de control (1995), estudiando los enjambres de abejas o los hongos probó que el mundo está regido por sistemas complejos. La deducción no sirve para explicar las redes compuestas de muchos elementos. La ciencia clásica no conseguía entender el trabajo en red de las hormigas, por ejemplo. La inducción, sin embargo, estudiar los procesos bottom up (de abajo arriba) de los elementos de una red, sí consigue entender los sistemas. Por lo menos una parte. Bajo la complejidad existen algunas reglas simples de funcionamiento: colaboración, mímesis, apoyo mutuo, inteligencia colectiva. Por otro lado, las herramientas que facilitan la comunicación en tiempo real (streamings, pads, wikis….) y permiten compartir información han acelerado la era de los procesos. Las redes son procesos compartidos. Hasta los objetos físicos (cualquier manifestación cultural) difuminan su contorno: son un proceso previo de información, código y diálogo compartido; son una conversación posterior.

#Glocalismo

La conexión de nodos rebasa las fronteras físicas. Las redes son la espina dorsal de un nuevo espacio de flujos donde convive lo local, lo regional y lo global. El glocalismo (global+local) es el nuevo territorio emergente de acción, creación y convivencia. Un detalle interesante: cada vez es más presente la influencia global desde lo local. Un fenómeno que ocurre en un rincón del planeta puede desencadenar reacciones en lugares muy distante en breves espacios de tiempo.

#Wikipedismo

Estamos ante un choque de trenes de la historia: el de  la visión enciclopedista heredera de la Ilustración (todo se puede explicar, todo se puede categorizar) y la visión wikipedista de una cultura de la cooperación, la colaboración y la no jerarquía.  El viejo mundo delegaba en una élite intelectual, científica y creativa la explicación del mundo. El nuevo – más interconectado y horizontal – se apoya en la sabiduría del enjambre, en los amateurs. El conocimiento adquirido informalmente tiene el mismo valor-utilidad que los títulos académicos. Todos podemos aprender, todos podemos enseñar algo. La cultura de red aprovecha lo mejor de cada persona, de cada nodo: favorece el intercambio. La escuela expandida dinamita los muros del conocimiento.

#2+2=Manzanas #InteligenciaColectiva

Las redes complejas no son estáticas. No tienen límite, contorno, final. En los sistemas complejos, en el mundo de las redes, 2+2 no siempre es igual a cinco. El ‘más’ es siempre otra cosa. 2+2 puede ser igual a manzanas, según Kelly. Sumando nodos, conseguimos influencias transversales, laterales. Y el enjambre – la suma de esos nodos dinámicos y distribuidos – se comporta como un nuevo organismo. Este enjambre, esta red, demuestra una nueva inteligencia colectiva inexplicable desde las lógicas de la ciencia clásica. Trabajar en red, conectarse con otros nodos de la red, refuerza la inteligencia colectiva, la eficiencia del conjunto. Reforzar la autonomía de los nodos, revierte en el buen funcionamiento de la red. Una red peer-to-peer (P2P) de nodos interconectados es casi indestructible. Como diría Kelly, «las abejas distribuyen poder, haz lo mismo».

#CódigoAbierto #Transparencia

El código abierto no es más que el compartir la información de un proceso. Y compartirlo desde el inicio e incluso en tiempo real. Las comunidades de programadores de software libre trabajan así. Y llevan contagiando durante las últimas décadas a toda la sociedad. Para construir redes sostenibles y distribuidas el código tiene que ser abierto, libre, transparente. El código abierto incentiva la colaboración, el diálogo, el trabajo en equipo, el buen funcionamiento de la red, los prototipos colectivos. La cultura de red – para no ser vertical ni jerárquica – tiene que apostar por procesos de código abierto.

Quien no comparta el código dentro del sector cultural verá su acción reducida a la compra-venta de objetos. El código cerrado es la base de la industria de distribución de espectáculos (exposiciones, museos, conciertos…) o de venta de productos. La industria no ha demostrado interés en el valor colectivo, en los reusos de las obras. El código abierto, según Josianito Llorente, favorece la ética hacker, la creación de prototipos. Integra lo hard (lo físico) con lo soft (los procesos).

#Remezcla #CopyLove

La cultura de red propicia la creación colectiva. La autoría individual como predominio creativo de las obras fue un paréntesis en la historia de la humanidad. En la antigüedad, las historias se transmitían por vía oral, en las ágoras, en los zócalos, en las plazas. Algunos de los grandes libros de la humanidad (Popol Vuh, Ramayana…) son narraciones colectivas. Las nuevas herramientas facilitan la creación colectiva y, además, no eliminan la creación individual. El código abierto incentiva el reuso y remezcla de las obras. Copiar no es sinónimo de piratería, como pretende la industria. La copia es una muestra de admiración, de interés, de afecto. El copyleft pasa a ser copylove. Los nodos de la cultura de red son personas. Los vínculos están hechos de afecto.

#Diversidad #Procomún

La red es la forma-formato que mejor garantiza la diversidad. Ni la pirámide ni la cadena ni el círculo incentivan la diversidad como la red. Cuanto mayor diversidad de nodos existan mayor probabilidad de supervivencia existe para una red. Cuantas más conexiones entre nodos diferentes más robusta será la red. Por eso el concepto de la cultura de red es más agregador que el de cultura (artistas) o cultura digital (relacionada con medios digitales). Los transversal, lo diagonal, prima en la cultura de red. Y la diversidad de los nodos propicia que el procomún, y no los intereses individuales, alimente a la red.

 #Redes oblicuas 

Las redes casi nunca son verticales o distribuidas de una forma categórica. El investigador Albert Barabási, autor del muy recomendable libro Linked y uno de los mayores expertos en redes del planeta, ha descubierto interesantísimas asimetrías. Todas las redes, además de nodos y enlaces, tienen agrupamientos de nodos (cluster, racimos) y un pequeño número de nodos con un enorme número de enlaces a otros nodos (los hubs, cubos). La cultura de red tienen que lidiar con lo oblicuo. La asimetría, lejos de ser un problema, es una oportunidad.

#Digitalógicos

Lo analógico deja de tener sentido como algo separado de lo virtual. La realidad es híbrida. El cibridismo (off+on) impregna la realidad. La proliferación de medios locativos (móviles, tablets…) y tecnologías como el GPS o el WI-FI genera territorios híbridos. Las dinámicas virtuales se instalan en lo físico. Los procesos analógicos inspiran a las redes virtuales. Como afirma el activista Jeferson Assumpção, no somos ni analógicos ni digitales, ¡somos digitalógicos!

Artículo publicado primero en 20 Minutos

Posteado por: Bernardo | octubre 16, 2012

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Charla preparada para la Conferencia Internacional del Software Libre de Argentina.

Posteado por: Bernardo | octubre 4, 2012

Cómo acabar de una vez por todas con al cultura (remix)

Fuente de la imagen: http://www.mindjumpers.com/blog/ Vista en: urbanohumano.org

Texto publicado en el diario 20 Minutos. 

Cuando Woody Allen publicó su libro-dinamita Cómo acabar de una vez por todas con la cultura, allá por 1974, ya tenía una sospecha: la cultura es todo aquello que pasa mientras unos intentan definirla y los críticos la evalúan. Justo antes de morir, allá por 1985, el escritor Italo Calvino entrevió que la literatura estaba amenazada de muerte. Sus Seis propuestas para el próximo milenio (5+1 conferencias que dio en la Universidad de Harvard) anticipaban algunas realidades de nuestros tiempos. La primera propuesta, la levedad, parecía intuir el vértigo de Internet, de las redes, del planeta hipervínculo: «La escritura es en el libro lo que el byte en la pantalla: no pesa, fluye sin dificultad y constantemente se transforma». Calvino vio claramente la agonía de la cultura, el desgaste de las definiciones forjadas a los largo de milenios.

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, algunos siguen confiando en las definiciones seculares de la cultura. La cultura como «cultivo del espíritu» (Ilustración), como una «función social» (funcionalismo), «como un reflejo de las relaciones sociales de producción» (Karl Marx), como un conjunto de símbolos compartidos (Claude Lévi-Straus), como una suma de costumbres colectivas (folclore), como sinónimo de civilización (Edward Tylor), como un derecho humano (ONU), por citar algunas. Definiciones top down (verticales e impuestas), definitivas, excluyentes. Y peor que todo ello: la denominada industria cultural sigue anclada en su monovisión de la cultura como sinónimo de mercado. La cultura como un producto. La cultura como algo cuantificable. La cultura como consumo. La cultura como producto elaborado de una elitista clase creativa. La cultura como entretenimiento de las masas. Y peor todavía: una buena parte de la industria cultural y de los Gobiernos del mundo actúa como si Internet no existiese. Como si nunca hubiera existido. Como si la única manera de producir, distribuir, gestionar y consumir cultura fuese aquella que nació en el siglo XX: mitificados autores individuales, productos físicos (plástico, papel…), transacciones monetarias…

Hace poco, publiqué un libro, #24H, con formato híbrido, licencia copyleft y una sala de remezclas para que los lectores lo despedazacen. Quien mejor lo ha entendido no son los críticos literarios, sino una revista de vídeo juegos. Me dio bastante que pensar. La industria no ha entendido (casi) nada de mi propuesta. Las redes, sectores transversales de la cultura clásica, sí. ¿Los vídeo juegos son cultura? ¿#24H es literatura, arte multimedia, documentación-ficción? ¿Vivimos en la era poscultural? ¿Acabamos de una vez con la cultura (con su definición clásica)?

Tengo más preguntas que respuestas. Aun así, he decidido compartir en este blog algunos pensamientos. A continuación no intentaré definir lo que es la cultura en el nuevo milenio. Mientras intento definirla, la cultura seguro que se convierte en otra cosa.Me limitaré a comentar algunas prácticas y dinámicas que han nacido con la red. Prototipos e inercias que están modificando radicalmente la cultura. Me limitaré a trazar algunos caminos o perspectivas que ya están en el epicentro de la producción y consumo cultural. He escrito la entrada en presente, y no en futuro (cuestión de optimismo). He dejado fuera un asunto caliente: financiación. Y no me preguntéis por qué han salido 13 puntos (podrían ser muchos más). La mayoría de ellos están relacionados entre sí. Y son remezclables-mejorables.

1.  De la cultura digital a la cultura de red. El término cultura digital, usado insistentemente para definir la creación cultural que tiene que ver con Internet o medios digitales, queda algo obsoleto. La palabra cibercultura, utilizada para definir la cultura que crece y habita en el ciberespacio virtual, también. Con Internet móvil y la computación ubicua, la barrera del off y on se diluye. El cibridismo que propone Martha Gabriel – off+on, siempre conectados en todas partes – trastoca para siempre la frontera de lo analógico y lo digital. Las nuevas dinámicas de las redes – Peer-to-peer, colaboración, prosumidores, remezcla, co-creación… – substituyen a la misma definición de cultura. Por eso, la cultura de red es más amplia que la definición de cultura digital e incluso que la propia cultura. Hacer ecología en red, feminismo de red, ciudad en red, política en red, por ejemplo, son nuevas caras de la cultura de red. Substituyen a la definición. Son cultura.

2. El fin de los objetos acabados. La cultura deja de ser un producto acabado (un cuadro, un libro, una canción). La cultura abandona su estado alfa (definitivo) y se balancea en un permanente estado beta, utilizado en las comunidades de programadores de software libre pasa definir algo inacabado. El reuso de la obra no es sólo inevitable, sino deseable. Los prototipos se convierten en modelos.

La Global Revolution remezcla visualmente una canción de Instituto Mexicano del Sonido

3. La remezcla como esencia. Las licencias abiertas (Creative Commons, copyleft…), el auge del procomún y la popularización de las herramientas tecnológicas de bajo coste incentivan la remezcla. Las obras se desmiembran en collages, en nuevas mutaciones. El fork – un desvío en un trabajo colectivo en jerga hacker – pasa a ser una virtud. Las obras se quiebran para componer puzzles de piezas inconexas, unidas por nuevos hilos. Ninguna lógica – ni la de los críticos ni la del mercados – consigue imponer el nuevo pegamento de las remezclas.

4. La cultura como proceso colectivo. El ‘proceso’ sustituye cualquier objetivo de la cultura. El proceso de creación-elaboración de una obra cultural, en la mayoría de los casos, es algo compartido. La película El cosmonauta (que lleva años en un proceso de co-financiación y co-creación), el documental de Stéphane Grueso 15M.cc sobre el movimiento 15M (cuelga las entrevistas íntegras en Internet, diáloga con usuarios) o la gestión de la biblioteca colaborativa Bookcamping.cc son prueba de ello. En muchas ocasiones, algunas personas acompañan el proceso colectivo y no ven el resultado final. En otras, conocen apenas las remezclas y vidas posteriores de la obra. La obra es un continuum de contornos flexibles. La cultura pasa a ser un diálogo, una conversación. Cada autor elege que parte de su obra es un proceso colectivo y qué parte, una inspiración-rincón individual. El Do It Your Self (DIY) se convierte en el Do It With Others (DIWO).

5. La autoría como algo diluído. Cualquier faceta en el arte, como afirma Joan Fontcuberta en su Manifiesto posfotográfico, «es camaleónicamente autoral». El autor es un eslabón más en una imprevisible cadena de curadores, usuarios, gestores, comentaristas y remezcladores. El autor es una parte de una identidad colectiva mayor. Paradoja: su identidad individual puede estar compuestas de retazos de diferentes identidades colectivas.

6. El fin de los objetos físicos. La música no es más sinónimo de CD. La literatura no es sinónimo de libro de papel. El cine no es sinónimo de pantalla grande. El cloud computing (computación en la nube) y el streaming dinamitan los objetos físicos. La cultura pasa de la estantería a la nube. Nuestros hijos nunca entenderán la conexión entre estos dos objetos.

7. La era del upload.  Cada minuto se suben 24 horas de contenido a You Tube. Los usuarios, ahora, son prosumidores. Consumidores activos, productores de contenido, polinizadores de contenido. La cultura deja de ser algo unidireccional. Pero la descarga (download) de un contenido no es tan revolucionario. La explosión de la red reside en el upload: en la posibilidad de que cualquier persona pueda subir contenidos a Internet. Contenidos distribuidos, compartidos, remezclados, conectados entre sí a través de redes y etiquetas. Contenido, por cierto, que ya ni tiene que descargarse.

 Creaciones nacidas alrededor del fenómeno ‘meme’ Ecce Homo.

8. Memecultura. El concepto de meme de Richard Dawkins – «una idea, comportamiento o estilo que se expande de una persona a otra dentro de una cultura» –  muta en la era de la red. El meme adopta ropajes de virus contagioso. Además, suele surgir en procesos bottom-up (de abajo arriba) imprevisibles. A diferencia de la cultura de masas que presidió el siglo XX, vertical y dirigida por los grandes agentes económicos, la memecultura se rige por las lógicas distribuidas y horizontales de las multitudes conectadas. La expansión de la imagen del Ecce Homo, la viralidad de su construcción social, son una prueba viva de la memecultura.

9. Hibridación formal, transversalidad, mestizaje. Historicamente, las diferentes artes vivían en compartimentos separados. La literatura dialogaba tímidamente con el cine o la música. La pintura, con la escultura. Pero en la era de la red, la taxonomía rígida (clasificación temática) da paso a la folksonomía (clasificación a través de etiquetas sociales). Los compartimentos de las artes se mezclan.  Sus muros, sus fronteras, se desmoronan. La cultura aterriza en la multidisciplinaridad, en lo interdisciplinar, en lo transversal, en lo polifónico. Las obras-procesos, además, pueden estar construidas de formatos diferentes (imagen+texto+audio+vídeo+… ). La narración híbrida de géneros, formatos, lenguajes, cotiza al alza. Lo multimedia – más de dos medios – es el estado natural de la cultura.

10. Cultura ubicua, orgánica, e-emotiva. La expansión de Internet móvil (celulares 3G, Wi-Fi…), el cloud computing (nuestros datos y archivos en la nube) y la realidad aumentada cuestionan los espacios clásicos de la cultura: museos, teatros, cines, salas de concierto… La cultura es, siempre que se quiera, un post it para colocar en cualquier lugar. Exposiciones post it, conciertos post it. La cultura es un nuevo paisaje orgánico y ubicuo de los territorios. Además, gracias a la nanotecnología y a una nueva ciborg (tecnología relacionándose en nuestros cuerpos) la cultura camina hacia la e-emotividad. Cada día habrá más aplicaciones culturales adaptadas a nuestra sensibilidad, como la aplicación songza (selecciona canciones acordes con nuestro estado de ánimo).

11. Glocalidad en tiempo real. Las herramientas de streaming y la comunicación en tiempo real a través de algunas redes sociales difuminan el espacio físico. La cultura se ve inmersa en la nueva era de lo glocal (local+global). Los territorios y sus habitantes se conectan al margen de su proximidad física en un nuevo espacio de flujos (teoría de Manuel Castells). El planeta funciona con la lógica de una red distribuida peer-to-peer en la que cada nodo puede comunicarse en tiempo real con cualquier nodo. Los eventos culturales, transmitidos en tiempo real, dialogan con personas, colectivos, objetos y eventos de cualquier lugar del planeta.

Imagen: montaje de Doménico di Siena en su blog UrbanoHumano.org, licencia Creative Commons

12. UpCycling, el residuo hecho arte. El UpCycling es un término que convierte un residuo en un nuevo material usable bajo las lógicas de las sostenibilidad. Lo que es residuo para la cultura oficial o la industria puede transformarse en una nueva obra de arte. El caso del Ecce Homo – una restauración considerada de mala calidad – es un versión colectiva de los objet trouvé de Marcel Duchamp. El residuo se transforma en un icono, se remezcla, adopta valor. Transformar una plaza de parking en un espacio temporal, habitable y de convivencia, como hace ParkingDay, también es UpCycling. Es cultura.

13. La cultura fragmentada, no lineal. La temporalidad clásica de Occidente, el tiempo lineal del Cristianismo y la Ilustración, pierde fuerza. Con el link y las líneas de tiempo de redes como Twitter – donde puede aparecer siempre algo del pasado- , el presente es un tiempo de flujos circulares. «El pasado es siempre presente – como escriben en el proyecto 10Opencult.cc – la cultura del link ya teje una red de conocimiento que desborda la linealidad y crea un eterno presente. Un fondo que permite un sinfín de recombinaciones y reutilizaciones”.

Una idea: no estaría de más tuitear esta entrada con copia a José Ignacio Wett (@Jiwert), ministro de Educación, Cultura y Deporte (sobre todo de Deporte) de España, uno de los cargos públicos del mundo que peor ha entendido los nuevos paradigmas de la cultura. Etiqueta sugerida: #WertNoDoyUna

Posteado por: Bernardo | septiembre 16, 2012

(Re) Habitancdo el vacío, enREDando el espacio

Esta entrada fue publicada previamente en mi blog Código Abierto en 20 Minutos

Una frase al aire: No necesitamos dinero, no necesitamos nuevos edificios. Sólo necesitamos espacios vacíos y tiempo para pensar, meditar y crear. Una etiqueta: #UnOccupyBiennale. Y una idea/plaza común sobre la que meditar: tenemos que rehabitar el vacío con procesos emergentes e interacciones humanas. Un paisaje para colocar de fondo: la 13ª Bienal de Arquitectura de Venecia, que lleva como lema Common ground (un suelo común) y busca una mutación colectiva de la arquitectura en medio de la crisis.

Un poquito de pólvora: existe una cantidad creciente de arquitectos que no quieren construir. Francesco Cingolani es uno de ellos. Confiesa en su blog Immaginoteca.com que ha reducido su horario de trabajo diario a tres horas, porque «quiere dedicar su tiempo a pensar el espacio en lugar de a diseñarlo». En su inspiradora presentación Space Emergenc (e) (y) Francesco explica la importancia de «diseñar espacios en blanco, incompletos, libres, abiertos, para incentivar fenómenos emergentes». Y hace un buen repaso a las prácticas de ciudad emergente & colaborativa que están dinamitando la misión clásica de la arquitectura.

En la presentación de Francesco, el posarquitecto del vacío, están muchos de los temores, miedos, anhelos o dudas de la actual edición de la Bienal de Venecia. Su director, David Chipperfield, asegura que Common Ground insinúa que la arquitectura necesita «centrarse en asuntos como la sociabilidad, la comunicación y los valores compartidos». El edificio, la estructura, interesan menos que el espacio. Y mucho menos que los vínculos humanos y el nuevo sistema de espacios comunes conectados en red. ¿Cómo será el espacio del futuro?, se pregunta Francesco Cingolani en su presentación. Una serie de diapositivas mencionan algunas prácticas como la Acampada Sol del 15M español (premio europeo del Espacio Público), el proyecto de plaza colectiva Dream Hamar de Ecosistema Urbano, redes de diseño con forma de espacio de co-working como La Nave, un rascacielo ocupado por la tropa creativa Macao en Milán, vacíos urbanos autogobernados como El Campo de Cebada en Madrid, lugares de convivencia de viajeros y creativos (Ostebello, Milán) o una habitación a disposición de gente que quiera compartir ideas (Lagunas.in, Madrid). Y entre las diapositivas un #UnOccupyBiennale, como virus/verso suelto de la presentación. No necesitamos edificios: necesitamos tiempo para pensar y crear.

Espacios, no estructuras. Relaciones, no edificios. Reapropiaciones cognitivas de lugares, no planes urbanísticos. Procesos compartidos, no objetos espectáculo. Sentimientos comunitarios, tejidos en red alrededor del vacío. La arquitectura como contenedor de actividades participativas, auto generadas. Como sinónimo de relaciones y comunicación. Interacciones simples, imprevisibles, que confirman sistemas emergentes complejos. ¿Qué tal si conectamos las redes virtuales con un espacio físico, vacío y libre?, se pregunta Francesco Cingolani. ¿Por qué no enviamos a estudiantes de arquitectura en nuestro nombre a la Biennale para que intenten humanizar nuestras obras?, se preguntaron algunos reconocidos estudios españoles. Y allá están ellos, ocupando la Biennale, estudiantes como Eliott Trujillo, arquitectos del vacío, polinizadores de lo humano, incentivando relaciones e intercambios en los espacios compartidos. Mientras, el pabellón oficial de España – innovador, cool, elogiado – no acaba de empaparse del Espíritu Red que está reinventando el país alrededor del movimiento 15M (gran texto de Ethel Baraona).

Occidente tardó mucho en entender el vacío. Aristóteles lo negó. La ciencia premoderna acuñó su horror al vacío: horror vacui.  Y contaminó el arte, la pintura, la filosofía. Occidente se rindió a la materia. Y hasta importó de la India, gracias a los árabes, el número 0 (el vacío matemático). Albert Ribas, en Biografía del vacío, narra la atribulada vida occidental del vacío. Aunque Newton lo demostró, el horro vacui siguió vivo. Nada de blancos, de espacios libres. Centros, construcciones, periferias. Y mientras, Oriente, gracias al Tao te ching, atribuído a Lao Tse, convertía el vacío en su piedra angular: «Con arcilla se fabrican las vasijas; en ellas lo útil es la nada.  Se agujerean puertas y ventanas para hacer la casa, y la nada de ellas es lo más útil para ella.  Así, pues, en lo que tiene ser está el interés. Pero en el no ser está la utilidad».

Pero Einstein dinamitó la materia: despedazó un mundo mecanicista de objetos sólidos, causas, efectos e inercias. Descubrió que a nivel subatómico las partículas no son sólidas. Las partículas son inestables. Son vacío, casi-nada, movimiento. Meras probabilidades de ser. La materia está llena de vacío. Y  las partículas sólo toman un sentido gracias a los vínculos entre ellas. Sólo existen como sistema. En la era de la red, de la no-arquitectura, de las Revoluciones 2.0, la materia es lo de menos. El 15M, la spanishrevolution, explotó en una concatenación de plazas tomadas, de barrios conectados, de afectos en red. Y nos dimos cuenta que Occidente estaba vacío. Ya no importaba el edificio, la construcción centenaria, la infraestructura: sentimos que apenas nos sirven los vínculos creados, los lazos relacionales que configuran un nuevo espacio compartido, híbrido y glocalmente inspirador.

Space matters. El espacio importa, sí. Y el vacío, imaginado colaborativamente, es más que materia. No construyas websites: crea servicios digitales abiertos. No impongas contenidos (Enciclopedia Británica), crea espacios dignos de ser habitados (Wikipedia, Reddit, Askbot.com). No levantes universidades físicas, crea herramientas para que las comunidades virtuales transformen la urbe en la ciudad del aprendizaje. Entiende cada calle como una narración colectiva. Cada barrio como un proceso emergente. No compitas para ser la Bienal con más obras artísticas: deja un pabellón vacío (como ya hizo la Bienal de São Paulo). Desconfía de burocracias verticales: da poder a un équipo adhócrata, flexible, rotativo e interdicdiplinar (como hará la Istambul Design Biennial en octubre). No apuestes por un centro: que el Manifiesto Antropófago de Oswald de Andrade sea tu guía («porque nunca supimos lo que era urbano, suburbano, transfronterizo y continental»).

Entierra el Estado Arquitectura, el Estado Monolítico, el Estado Estático, el Estado Nación. Conviértelo en un Estado Red, en una plataforma abierta, en un suelo común de interacciones, en un cerebro distribuido. Transfórmalo en un espacio en blanco movido por el sistema nervioso de las redes.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

Fotografía de Francisco Cingolani tomada en «su pueblo». Licencia Creative Commons. 

Posteado por: Bernardo | septiembre 4, 2012

#SalvemosPulpFiction


Encabezando esta entrada debería haber un vídeo de You Tube bien especial: la mítica película Pulp Fiction de Quentin Tarantino en orden cronológico. O sea: desordenada, remezclada por un usuario, reinterpretada. En cambio, apenas vemos un pantallazo con «El usuario ha suprimido este vídeo. Disculpen las molestias». ¿Qué ha ocurrido? ¿Quién ha retirado el vídeo? ¿Por qué? Para saberlo, demos un breve paseo por el contexto.

En su versión original, la película Pulp Fiction empieza en el fin, continúa por el inicio cronológico de la historia, acaba en el medio. Siempre me gustó el uso del flashback de Tarantino. Además, no tengo especial apego a esa linealidad del tiempo acuñada por Occidente, el cristianismo y la Ilustración. Pero la versión ordenada cronológicamente de Pulp Fiction tenía algo grande: la reutilización del contenido de un usuario. El remix. El reuso formal de unos elementos audiovisuales que ya forman parte del procomún cognitivo de la humanidad. Pulp Fiction ya no es una obra que pertenezca exclusivamente a Tarantino. Pulp Fiction es nuestra. Forma parte de la sociedad. No es propiedad exclusiva de la industria cultural. ¿O me estoy equivocando? Por eso, para meditar en alto, guardé el vínculo y lo aparqué en un borrador de este blog, esperando una buena ocasión para publicarlo.

Pero han pasado meses. Y al entrar en la Pulp Fiction Remix me doy cuenta que han suprimido el archivo. La recreación de la obra de un usuario-admirador de Tarantino, simplemente, ya no existe. O peor que eso: apenas está registrada en el ordenador de dicho usuario. Ha dejado de ser un patrimonio colectivo. La industria cultural, la rígida moral hollywoodiense, deben haber obligado a You Tube a retirar el archivo. He buscado y rebuscado en Internet otra Pulp Fiction en orden cronológico. Sin éxito. Apenas encontré  el genial infográfico Pulp Fiction en Chronological Order que cierra esta entrada. Y una joyita irreverente: la película Memento, otro icono del flashback, en orden cronológico. Entra aquí, rápido, antes de que la industria lo descubra.

Algunas preguntitas que lanzo al aire colectivo. ¿Por qué la industria sigue considerando la obra de arte como un producto acabado y definitivo? ¿Por qué el velo talibán del copyright impide la creatividad de los usuarios? ¿Por qué se cercena la imaginación y dedicación de los admiradores de una obra? ¿Por qué tenemos que ver películas o leer libros en el orden escogido por sus autores? ¿Por qué no nos divertimos en una Conjura Toca Narices Industriales que despedace las películas y su orden cronológico? ¿Por qué no lanzamos un hashgtag en Twitter para salvar a PulpFiction, #SalvemosPulpFiction , y la reordenamos cómo nos de la gana? ¿Por qué no remodelamos Pulp Fiction de 1001 formas hasta que Tarantino reaccione y aplauda nuestro quehacer distribuido e idólatra? ¿Liberamos a Pulp Fiction de las cadenas? ¿Retuiteamos #SalvemosPulpFiction hasta que nos escuchen?

Este post se publicó primero en mi blog Código Abierto de 20 Minutos

Posteado por: Bernardo | agosto 1, 2012

Hacia la ciudad del aprendizaje

Nós.vc – Encontros Inspiradores from Nós.vc on Vimeo.

Crea un evento en la red. Puede ser una conferencia. O un debate. O una clase. Ahora, escoge un lugar. Una ciudad, un barrio, una sala. Pide un número mínimo de participantes. Puedes elegir si es un evento gratuito o si requiere un pago. Después, muévelo en las redes. Y espera. Así de sencilla es la filosofía de la plataforma brasileña Nos.vc.

Nos.vc, algo así como «nós e vocè» (nosotros y tú), quiere incentivar el intercambio de conocimientos en cualquier espacio. Quiere romper los muros de las universidades. Y transformar la urbe en la ciudad del aprendizaje de la que habla el urbanista y pensador Doménico di Siena. Cualquier rincón puede ser una clase. Cualquier parque, cualquier plaza, un espacio de enseñanza e intercambio. Todas las personas pueden aprender de todas. La jerarquía profesor-alumno ya no es tan rígida. La enseñanza es más bidireccional.  Y Nos.vc lo tiene muy claro: «el aprendizaje no debe restringirse a las fases de la vida, instituciones o algunos maestros. Cualquier momento es bueno, todo el mundo puede enseñar y aprender».

¿Y en qué consiste exactamente el concepto de ciudad del aprendizaje’ Para empezar tiene un claro antagonismo frente a las ciudades creativas preconizadas por el neoliberal Richard Florida, basadas en un modelo de consumo cultural. La ciudad del aprendizaje, según Doménico di Siena, consiste en «pasar de modelos basados en la creación de productos y servicios eficientes que nos obligan a un movimiento constante (y al consumo), a modelos basados en la gestión de la información y producción del conocimiento (autorganización)». La iniciativa de Doménico Think Commons, que une virtualmente a diferentes personas que luego se encuentran en la ciudad, es buen ejemplo de ello.

La Universidad Indignada del movimiento español 15M, que quiere convertir las plazas y parques en una universidad abierta, camina en esta dirección. Salvando las distancias, el proyecto Break Out de Barcelona, también. Su eslogan, «Escápate de la oficina», invita a usar el espacio público como oficina. Una ciudad llena de oficinas itinerantes, de personas trabajando en la proximidad, sería una ciudad del aprendizaje. El plug in Meet Up Everywhere, que permite el encuentro en el entorno urbano de comunidades virtuales alrededor de contenidos temáticos, es otra cara de la ciudad del aprendizaje.

¿Tiene sentido limitar una clase en un espacio físico cerrado en la era de las redes?  La Universidad de Harvard tiene claro que no: a partir de ahora colgará en Internet la mayoría de sus cursos. El mismísimo Massachusetts Institute of Technology (MIT) ha decidido colgar sus cursos completos en la red para que cualquier persona pueda seguirlos. El Hacking Academy Studio, puesto en marcha por algunos miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, va en esta dirección. Aunque quizá el ejemplo más radical de enseñanza autogestionada sea el de la P2P University.

Mientras gobiernos suben las tasas universitarias hacia un modelo de formación elitista, la sociedad reinventa la educación desde la horizontalidad y lo compartido.

 

Este post se publicó primero en el blog Código Abierto de 20 Minutos.

Posteado por: Bernardo | julio 11, 2012

Busco #textjockeys para despedazar mi libro

 

Busco Djs de palabras. Busco remezcladores de metáforas. Busco lectores proactivos que quieran despedazar mi libro #24H. Todo vale: cortar, pegar, reescribir, completar, modificar, clonar. O remezclar con otras obras. ¿Por qué no? Un pedacito de Rayuela, de Julio Cortázar, tras la batidora remix, puede solaparse a #24H de forma natural. O un cuento de J.G. Ballard. O las instrucciones de uso de un medicamento contra la taquicardia. El resultado puede ser sorprendente. Mejor que el original, incluso. Mi sueño es ser un autor diluido: pasar a la historia como el que escribió la primera línea del código de un software libre y compartido al que algunos siguen llamando libro. Que el autor sean los otros, ellos, vosotras. Que se olviden de mí. #24H fue apenas el inicio de algo mayor. De algo que no controlo. Por eso la sala de remezclas está lista, esperándote, en la plataforma herramienta Booki.cc, que permite incluso dialogar con otras personas que estén remezclando el texto. Yo mismo ya he  hecho dos remezclas, extrayendo partes ya existentes y creando los nuevos capítulos, ‘Mientras ellos bloguean’ y ‘Mientras duermen’. Aplicando la terminología del software libre ambos capítulos sería ‘forks’ (bifurcaciones).

#24H nació con vocación experimental. Tiene formato blog. Recrea 24 horas en un planeta llamado Internet. Y su trama se desdibuja en el subconjunto de microhistorias, comentarios y diálogos incompletos del día 16 de mayo de 2011. Reconocerás el paisaje: la España que está a punto de ver la Puerta del Sol llena de ‘indignados’. Pero #24H no nació con voluntad descriptiva. Sus líneas son más arqueología que foto fija. Más restos fósiles de una época que testimonios certeros. Por eso, sea cual sea tu mirada hacia este nuevo milenio convulso, encontrarás en #24H algo que te golpeé. Anonymous. Crowd funding. La sociedad en red capeando la crisis. Democracia Real Ya. La lucha contra el copyright. El dinosaurio SGAE. El desamor. Europa que se desmorona.

Pero #24H nació sabiéndose un relato incompleto. Sus párrafos, siempre, serán insuficientes. Forman parte de algo mayor. De un relato colectivo que irá creciendo, fragmentándose, recomponiéndose, perdiéndose. Tal vez alguien, de aquí a un siglo, transforme un pedazo de #24H en una reverenciada obra de arte. Como hacía Marcel Duchamp convirtiendo un paraguas inservible en un aclamado ready made. O como hacía Andy Warhol, refritando iconos publicitarios y mitificándolos. Un párrafo inservible de #24H, de aquí a dos años, podría ser aclamado como una insuperable creación artística. O como el hilo lírico de una posópera electrónica compuesta en red.

Pero para ello #24H te necesita. En #24H faltas tú. No tengas miedo. La licencia Creative Commons escogida libera la copia y la obra derivada. #24H es una obra copyleft. Cualquier modificación será considerada creación, no robo. Cualquier cambio será mirado con respeto. La copia, para la editorial DPR-Barcelona y para mí, no tiene ningún significado negativo. Copia era la diosa romana de la abundancia. La copia es el mecanismo base de las neuronas espejo del ser humano. La copia nos hace humanos. Genera empatía, solidaridad, comunidad. La copia es la base de la inspiración. La copia es una prueba de amor, de admiración. Sin copia/inspiración, sin series de Flash Gordon y películas de Akiro Kurosawa, no existiría la saga de La Guerra de las Galaxias. Sin el blues de Howlin´Wolf Led Zeppelin no sería nadie. Sin copia no hay creación.

#24H te necesita. Entre otras cosas, para dejar en ridículo a una industria editorial obsoleta y al sistema de copyright talibán que hizo retirar un remake de El Hacedor de Jorge Luis Borges cocinado con amor/admiración por Agustín Fernández Mallo. La sala de remezclas de #24H pretende transportar a la demasiado solemne literatura al rincón remix al que ya han llegado la música o incluso la pintura después de los colages. Pero no me conformaría con una remezcla-maquillaje. Quiero Djs mash up – salvajes, irreverentes, desequilibrados – que mezclen sin complejos. Porque la escritura del futuro, como vaticina Kennet Goldsmith “tendrá más que ver con cambiar cosas de sitio que con crear nuevos contenidos”.

El libro #24H está disponible en formato PDF interactivo, Epub, mobi (para Kindle) y en papel en DPR-Barcelona. También disponible en Bubok (comprando el papel se consigue automáticamente la obra en formato PDF) y Lulu

 

Posteado por: Bernardo | junio 26, 2012

¿Crowd funding para ciudades?

Esta entrada fue publicada primero en Código Abierto, en 20 Minutos. 

Imagina que los ciudadanos pueden proponer iniciativas para su ciudad en una página web. Que todos los ciudadanos pueden votar las propuestas tal como se hace en las redes sociales, apretando un icono de «Me gusta» y/o comentando. Que después, la institución que gobierna la ciudad estudia las propuestas con más adhesiones y las ejecuta. No se trata de un sueño lejano. El proyecto se llama Bristol Rising y está llevándose a cabo en Bristol (Estados Unidos). Los usuarios de Bristol Rising, por ejemplo, han sugerido propuestas tan dispares como un centro de performances, papeleras con paneles de energía solar o un restaurante mexicano. Evidentemente, aquellas propuestas que benefician al colectivo tienen un tirón infinitamente mayor (Centro de Artes Performáticas 334 «Me gusta», restaurante mexicano, 1). Además, existen herramientas en el site para crear grupos y trabajar colaborativamente en el territorio con otros usuarios.

El proyecto es una brillante vuelta de tuerca a lo que podríamos llamar crowdsourced placemaking (construir territorio en red). Personas relacionándose en el territorio gracias a plataformas digitales. Grupos co-creando, cooperando, alrededor de proyectos. The Civic Crowd, una mapa abierto de proyectos ciudadanos de todo el Reino Unido, podría encajar dentro de esta nueva tendencia que crea puentes entre redes y territorios. Portoalegre.cc sería la versión más activista y contestataria de este camino híbrido de redes-ciudades. Cualquier ciudadano puede crear una causa o petición – como se puede hacer en Change.org, por ejemplo – pero geolocalizada en la ciudad. Una plataforma activista, vaya, para resolver problemas urbanos. Y aquí llegamos al punto quizá, más visionario y polémico al mismo tiempo: el crowd funding urbano. ¿Recaudar fondos colectivamente para financiar proyectos urbanos en la ciudad? El proyecto Low Line, que consiguió en la plataforma de crowd funding Kickstarter 155.000 dólares para revitalizar una parte de la High Line de Nueva York, es el ejemplo más visible.

Sin embargo, existe una creciente corriente crítica haca este crowd funding urbanístico. Alexandra Lange publicó recientemente un demoledor artículo contra el Urbanismo Kickstarter. Por un lado, criticaba la mega envergadura del proyecto. Argumentaba que un proyecto para instalar una mesa de ping pong en el espacio público que recaudó apenas 4.200 dólares dinamiza más la ciudad que el Low Line (gran texto, The Power of a ping pong table). Por otro lado, la crítica viene contra el denominado urbanismo pop up o bottom up (procesos de abajo arriba, normalmente auto gestionados horizontalmente) y su incapacidad de crear intervenciones sólidas a medio plazo. Ricardo Amasté, de la red Colaborabora, comentando mi texto Adhócratas al poder, alerta sobre ello: «la adhocracia, su flexibilidad, provisionalidad y estructuras ligeras podrían terminar no siendo más que otro intento de redefinición del capitalismo en su faceta inmaterial. Una celebración carnavalesca del (neo)liberalismo perversamente disfrazado».

El riesgo existe. La sociedad P2P auto organizada en red y horizontalmente tiene cierta similitud con la idea de big society que el Partido Conservador del Reino Unido lanzó en 2010 antes de las elecciones para «empoderar a los ciudadanos». «El objetivo reconocido – recogía el documento oficial – es crear un clima que empodere a las comunidades, construyendo una «gran sociedad»  que cogerá poder de los políticos para dárselo a la gente». Que las instituciones puedan aprovecharse de las comunidades y dejar de cumplir algunas funciones correspondientes al poder público es, sin duda, un riesgo. Principalmente, si no abren mano de su poder, presupuestos y profesión política. Si se apartan del camino y ceden la gestión política al 100% bienvenida sea la big society.

¿Qué diferencia existe entre la sociedad P2P y la big society? Una principal: en el mundo P2P el intermediario sobra, los políticos serían verdaderamente innecesarios. Por eso, me parece interesante que algunas instituciones estén cediendo espacios y gestiones a colectivos y comunidades (El despertar del comunal urbano, un gran texto) para encontrar fórmulas intermedias. Que Bristol cree una plataforma de crowd sourced placemaking o el Ayuntamiento de Madrid ceda el Campo de la Cebada son una forma de convivencia de instituciones y ciudadanos. Aunque quizá, para espantar, todos los fantasmas neoliberales, el siguiente paso sea un verdadero crowd funding en el que los ciudadanos puedan escoger en qué gastar los presupuestos. Y no sólo en prácticas inmediatas pop up, sino en las intervenciones a medio y largo plazo. El Estado debería ser apenas un paraguas que garantice la igualdad de oportunidades y que cree un marco neutro de intercambios P2P entre sus ciudadanos. Un velador e incentivador del procomún.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

Posteado por: Bernardo | junio 11, 2012

Todo lo que quisiste saber sobre mi libro #24H

Desde que escribí mi libro #24H he intentado hacer justo lo contrario de lo que la industria editorial habría hecho. #24H tiene forma de blog y está licenciado con Creative Commons.  La copia está liberada. Existe una sala de remezclas. Cualquier puede enriquecer (con links, textos, vídeos) #24H. Está disponible en formato PDF interactivo, Epub, mobi (para Kindle) y en papel a partir de 1,99 euros. Pero también está disponible gratuitamente en formato PDF en la biblioteca abierta Bookcamping.cc. Regalamos el libro durante unos días a golpe de Tweet. Y presenté #24H, ese virus troyano que aspira a sacudir la industria, en el Matadero de Madrid y ZZZINC en Barcelona en un formato fresco y bastante horizontal. También he querido innovar en las entrevistas que he ido haciendo por correo electrónico. He recopilado todas las preguntas y mis respuestas en un Google Doc. Todo este proceso de preguntas enviadas por diferentes periodistas conforma una metaentrevista superior, mucho más completa que cada una de ellas separadamente. Ahora, publico todas las respuestas en este blog. Cada uno puede extraer, usar, utilizar y publicar los fragmentos que quiera. Advertencia: algunas preguntas son parecidas. He respetado las erratas. Escribí algunas de las preguntas en medio del lanzamiento, en aeropuertos o a deshoras. Mejor conservar la magia de la imperfección. Espero que os guste.

¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?

Pues como casi todas las cosas serias en esta vida, empezó como un juego. Allá por 2007, con el surgimiendo de Second Life (y dos años después de mi aterrizaje en Orkut, mi primera red social) comencé a interesarme por las relaciones político-sociales en el mundo virtual y sus puentes. Asistí con entusiasmo a la primera manifestación virtual (frente a la sede de IBM Italia en Second Life). También por las narraciones colectivas. El formato blog, esa rueda, siempre me pareció un flujo imprevisible e interesantísimo. Empecé a escribir lo que hoy es 24H (que no tenía título) en 2007. Lo aparqué. Lo retomé tras la explosión de la primavera árabe. Y tras el 15M y su explosión de redes no tuve otro remedio que encerrarme un mes en un apartamento sin internet (sólo tenía en el móvil) para parir 24H. Es un libro que ha salido de las entrañas que nació sin ningún plan ni objetivo concreto.

Es un ‘libro abierto’ o, como tú lo defines, “blog-libro-relato”. Es decir, tú has escrito la obra inicial, pero cualquier persona puede introducir nueva información. ¿Puedes explicar por qué decidiste experimentar e innovar en la industria editorial y cómo fue el proceso hasta llegar aquí?

Como decía, es un libro que nació en este formato de una forma intuitiva. Si lo hubiera escribo en el siglo XVIII tendría formato de Diccionario Enciclopédico (supongo), si lo hubiera escrito en mayo del 68 sería una novela existencialista. En 2011 sólo puede tener este formato de blog-libro. Cierto que hay ciertas intenciones de dinamitar los formatos ya existentes o , mejor, de mezclarlos. Hace un tiempo que pienso que la linealidad – impuesta por el cristianismo y refrendada por la Ilustración – no tiene más sentido en un mundo dominado por los espacios de flujos, fragmentado. La estructura de los relatos ha mutado. Por un lado, hacia el uso-remix-creación colectivos. Por otro, hacia un nuevo relato multimedia, compuesto de partes de naturaleza diferentes. Según lo fui escribiendo fui colgando pedazos en mi blog personal (alfacentauro.info). Incorporé algunos comentarios al libro-blog. También considero que el copyright es un velo talibán para una obra creativa. Y que la literatura es la última de las artes que ha caído en el remix. Duchamp o Picasso aplicaron la inspiración-remix del pasado al vuelo. La música – a pesar de la industria, SGAE y demás – ya entendió qué es la remezcla. La literatura parece que vive endiosada, allá en una altura de musas y creadores inaccesibles. Quería cuestionar todo ello: la industria que basa su lucro en la venta de productos o incluso de soportes físicos (papel, plástico), la élite star system de intelectuales endiosados y el mito de la creación individual como algo ajeno a la sociedad y al colectivo.

¿Qué receptividad ha mostrado la industria editorial frente a un proyecto de este tipo? Tu libro está publicado con licencia copyleft. ¿Qué implica esto?

Pues en principio recibí elogios de algunas editoriales pero todos tenían miedo del formato. También de la licencia abierta (copy left). Tuve algunos problemas y sufrí cierta incomprensión. Curiosamente, mis amigos editores o escritores que leyeron la obra hace unos meses me manifestaron su entusiasmo. Afortunadamente, la editorial Dpr-Barcelona, que está en la vanguardia en los formatos híbridos, en los libros para móviles, se subió al proyecto. Es importante que haya editoriales con agallas para lanzar obras como #24H. ¿Copyleft? Implica, usando un tipo de licencia Creative COmmons, que la copia está liberada. COnsideramos que la obra tiene que fluir ,que es un derecho de la humanidad. Cuantas más personas lo lean mejor. Queremos dignificar mi trabajo y el trabajo de la editorial, venderemos la obra digitalmente y en papel (vía Bubuk y Lulu). Pero pensamos que la circulación de la obra beneficia a todos. Será bueno incluso, comercialmente hablando. Además, habilitaremos una sala de remezclas. Cualquier lector puede ser Dj de mi libro. Pasará a ser un libro del procomún. El copyleft facilita todo el proceso. El caso de Agustín Fernández Mallo, a quien la viuda de Borges (María Kodama) obligó a retirar un remake de El Hacedor, muestra lo patético de las leyes de copyright y la estupidez de considerar la autoría algo casi divino. Borges fue uno de los grandes remezcladores de la historia, además. ¿Debería retirar su remake de El QUijote? Bajo ningún concepto!!!

¿Cómo ves el futuro editorial?

Pues como el resto, como el periodístico, como el musical, como el político. Quien entienda que vivimos en una sociedad conectada, en una sociedad que tiende a las redes distribuidas y no más a las redes verticales, sobrevivirá. Quien busque, incentive y entienda a las comunidades, triunfará. Quien confíe en la inteligencia colectiva, quien cree plataformas de interacción, seguirá adelante. Quien incentive el diálogo, la conversación con los usuarios, el intercambio inmaterial y material, conservará su negocio. QUien no entienda los cambios, desaparecerá. Convivirán modelos de negocios y formatos. La TV no mató a la radio. Y creo que habrá libros de papel durante mucho tiempo. Tal vez ni desaparezcan. Pero los nuevos soportes digitales primarán. Yo ya leo un 70% de mis libros en mi tablet. La industria tiene que entender que desapareciendo la distribución, el soporte papel, el precio del ebook tiene que caer muchísimo. No tiene sentido vender un libro de papel a 15 euros y el digital a 13. Además, incorporar licencias abiertas será una de las grandes tendencias (y ciertos) del nuevo mundo. Será todo mucho más interesante. Tenemos a una narración colectiva en beta. He participado este año en Asalto (el proyecto de la Fundación Robo) y estoy en el grupo del libro del 15M.cc. La narración colectiva, distribuída, me interesa mucho.

¿Puedes contar en tres líneas el argumento de esta obra?
#24H es una ficción sobre la sociedad en red con el 15M de fondo, llamando a la puerta. Como toda ficción, tiene una base real (incluso tweets reales). Recrea un día en el ciberespacio entre el 16 y el 17 de mayo, justo cuando la Puerta del Sol se llena de indignados. 24H podría ser una novela coral con un protagonista múltiple. Los asuntos de los que se hablan en 24H – participación política, redes, nuevos modelos, espacio público, creación colectiva … – creo que son los grandes asuntos del siglo XXI

¿Qué dirías que una persona puede aprender después de leer #24H?

Pues que probablemente aprenda mucho de si mismo y descubra deseos secretos, explicaciones para dudas….. Para quien no esté muy puesto en el mundo digital (Internet y movimientos) creo que 24H es un libro hasta divulgativo. El lector entenderá de una forma amena cómo funcionan las redes, qué es Anonymous, las “smart mobs” (multitudes inteligentes) o el copyleft.

La tecnología parece haber dividido el mundo entre un grupo minoritario que empieza a funcionar bajo otras coordenadas económicas y sociales, y una mayoría aferrada a un mundo que huele a caducado. ¿Cómo crees que será este proceso de transición y cómo se puede reducir la brecha que está originando?

Es inevitable. La edad contemporánea acabó durante el año 2011. Estamos de lleno en la edad digital. Michel Bauwens, de la P2P Foundation, una de las personas con mayor conocimiento del asunto, afirma que estamos en la era de la sociedad P2P, y que 2012 es el año de transición. Los Estados nación se irán diluyendo, aunque tendrán (tienen) una última pataleta-estrategia nacionalista. Más que tecnología es actitud. Algunas tencnologías ya estaban ahí hace años. Vivimos en una época donde todo el sistema productivo, cultural, mediático y político está cambiando de piel. Tendemos a un modelo de fabbing (mini fábricas con impresoras 3D basado en la demanda y no en la oferta) que substituye al modelo fabril fordista; la industria cultural tiene que olvidarse de los soportes y buscar un camino que una crowd funding, patrocinios, colaboración y dinero público; los medios convivirán con las redes y ya no tendrán el monopolio de la información y la democracia camina hacia la democracia en red. Una especie de democracia participativa en “real time” donde los ciudadanos participarán de forma distribuida desde el territorio en todas y cada una de las decisiones. La cesión de espacios urbanos – como el Campo de Cebada de Madrid, por ejemplo – a redes ciudadanas es un primer paso en esa entrega de poder a la ciudadanía, a la democracia en red. El Estado, en esta utopía cercana, debería apenas garantizar el intercambio de los ciudadanos. Suena a neoliberalismo pero no lo es. El estado tiene que garantizar los intercambios y el bien comun frente al privado. Estamos en la era de procomún, en la era P2P, ciudadanos en red cooperando, comerciando y trabajando juntos. Infelizmente, Europa está estancada, atrincherada, y no lo ha entendido. De España, ni hablamos, en unos meses hemos sufrido un giro autoritario brutal, el Gobierno no cree ni en la democracia participativa ni en los ciudadanos. Su modelo es vertical y centralizado, pasado 100%. Son tiempos confusos, pero el lobby ciudadano conectado acabará influyendo a las esferas del poder.

¿Podríamos decir que es un libro 2.0?

Como decía, es un libro que nació en este formato de una forma intuitiva. Si lo hubiera escribo en el siglo XVIII tendría formato de Diccionario Enciclopédico (supongo), si lo hubiera escrito en mayo del 68 sería una novela existencialista. En 2011 sólo puede tener este formato de blog-libro. Cierto que hay ciertas intenciones de dinamitar los formatos ya existentes o , mejor, de mezclarlos. Hace un tiempo que pienso que la linealidad – impuesta por el cristianismo y refrendada por la Ilustración – no tiene más sentido en un mundo dominado por los espacios de flujos, fragmentado. La estructura de los relatos ha mutado. Por un lado, hacia el uso-remix-creación colectivos. Por otro, hacia un nuevo relato multimedia, compuesto de partes de naturaleza diferentes. Tiene algo del concepto 2.0 – participación etc – aunque ya está algo anticuado. Tiene algo también de 3.0 – una mezcla de web semántica, de internet móvil. No creo que podamos definirlo de una forma cerrada. Con el tiempo sabremos qué es exactamente. Lo dejamos en una definición abierta.Cualquier lector puede «deconstruir» #24H. Puede leerlo, eliminar una parte, imprimir fragmentos, vale 1,99 euros…

Usted mismo explica que existen tantos libros como lectores. ¿Podríamos decir que #24H sigue el espíritu “cooperativista” de “compartir en lugar de competir (en este caso para vender más ejemplares)” del 15M? 

Considero que el copyright es un velo talibán para una obra creativa. Y que la literatura es la última de las artes que ha caído en el remix. Duchamp o Picasso aplicaron la inspiración-remix del pasado al vuelo. La música – a pesar de la industria, SGAE y demás – ya entendió qué es la remezcla. La literatura parece que vive endiosada, allá en una altura de musas y creadores inaccesibles. Quería cuestionar todo ello: la industria que basa su lucro en la venta de productos o incluso de soportes físicos (papel, plástico), la élite star system de intelectuales endiosados y el mito de la creación individual como algo ajeno a la sociedad y al colectivo. Lanzamos la obra con licencia Creative Commons, con copia liberada, porque consideramos que la obra tiene que fluir ,que es un derecho de la humanidad. Cuantas más personas lo lean mejor. Queremos dignificar mi trabajo y el trabajo de la editorial, venderemos la obra digitalmente y en papel (vía Bubuk y Lulu). Pero pensamos que la circulación de la obra beneficia a todos. Será bueno incluso, comercialmente hablando. Además, habilitaremos una sala de remezclas. Cualquier lector puede ser Dj de mi libro. ¿Colaborativo? No creo que las diferentes remezclas influya negativamente en las ventas del libro. Más bien todo lo contrario. Además, es más interesante todo lo que pueda pasar a raíz de la publicación que un posible premio económico cortoplacista.

Un año después, parece que el movimiento 15M o Spanish Revolution se está asentando y consolidando, ¿cómo ve la situación actual del movimiento? ¿Cuáles cree que son sus mayores logros?

El mayor logro es haber creado vínculos entre personas, colectivos, redes, ONG, gobiernos. El gran meteorito inicial, la explosión, se fragmentó en miles de microluchas que están luchando por microutopías concretas. Pero en cualquier momento, gracias a estos vínculos, el meteorito se junta de nuevo y explota. Se ha creado un lobby ciudadano brutal, descentralizado, incomprensible para muchos. Además, está construyendo nuevos imaginarios y ha dado la vuelta al pesimismo generalizado que reinaba en España. Las redes de afectos creadas son la base de una nueva era, los cimientos de otro país que está renaciendo desde bajo. La influencia que el 15M tiene en todo el mundo es muy grande. Choca un poco ver a algunos políticos despreciando al 15M cuando algunos de los pensadores más influyentes de nuestra época lanzan elogios.

Y evidentemente, la pregunta obligada, ¿cómo ve el futuro del movimiento? ¿Cree que avanzamos hacia una democracia en la que internet, y en consecuencia las “redes sociales”, tendrá tanto poder e importancia como los votos en papel?

Lo que falta, quizá, es ir creando prototipos políticos, participativos, distribuidos, que sirvan de ejemplo a los Gobiernos. Curiosamente, el Propongo de Tomalaplaza, una web donde los ciudadanos podían enviar propuestas, ha sido adoptado como modelo por el gobierno de Rio Grande do Sul, uno de los más fuertes de Brasil, que ha creado el Gabinete Digital con una herramienta parecida. Creo que el 15M, ya sea un estado de ánimo, un diagnóstico o una despertar colectivo, tiene que crear imaginarios sólidos, diferentes, para una nueva época donde no existe la utopía en mayúsculas. Creo que uno de los caminos es trabajar la idea de democracia en red, una democracia distribuida en el territorio, descentralizada, donde las redes de ciudadanos cocinen juntos proyectos, recetas y soluciones sobre espacios compartidos. La democracia en tiempo real, esa participación intensa que tiene el feed de las redes sociales como modelo, es otro imaginario viable que el 15M ha entendido bien. Que la democracia tenga la frescura y horizontalidad de Twitter será una cuestión de tiempo. Años o décadas, pero llegará. Creo que el 15M forzará la llegada a este nuevo modelo democrático más participativo e interactivo. Más que redes, me gusta hablar de sociedad en red. Existen ya herramientas digitales para la participación en la mayoría de las decisiones políticas. Lo que falta es actitud.

Vienes a decir que has citado lo que has querido sin atribuirlo a sus fuentes a pesar de que eres periodista. tú crees que está reñida la libre circulación de ideas con el hecho de atribuirle a cada uno lo que ha creado de su propio cerebro?

La mayoría del libro es invención, es imaginación mía. Hay una buena parte del libro inspirado en un flujo del pasado. Las citas se citan de diversas maneras. Clásicamente, con comillas. O firmando los comentarios con un nombre (Pierre Levy, por ejemplo). Cuestiono un poco dónde está el límite de obra original y creación. Si un pensador pomposo usa citas del pasado, es un intelectual. Si lo hace un escritor gamberro, como Agustín Fernández Mallo, la viuda de Borges le obliga a retirar su remake de El Hacedor, algo patético y que deja en evidencia el sistema de derechos autorales. En el libro, además, hay alguna cita falsa, falsos escritores que nunca existieron. Quien lo encuentre que me avise. A lo mejor un día descubrimos que PLatón nunca existió y que fue una broma de Aristóteles usada para lavarse las manos.

Vas en contra de la RAE y Cedro, crees que ellos irán contra ti?

Más que contra. Cuestiono un poco su existencia, y más que eso, la gestión que han venido realizando durante estos años. CEDRO, eso sí, tiene una biografía algo menos escandalosa que la SGAE. La SGAE es una rémora, una distopía clara, una huella cutre del pasado. Además, un nido corrupto de retrógrados. No han entendido nada. En lugar de defender a los autores, se han limitado a defender a sus amiguetes ,a la élite de la institución y a la industria del plástico. Quien se dedica a comerciar un soporte, y no un contenido, acaba siendo una especie de traficante. Da mucha pena que el nuevo Mr. Sgae diga que la banda ancha no es necesaria, porque sólo ayuda a la piratería. ¿Necesaria? Hombre, no. Ni la rueda ni la penicilina ni el teléfono ni Internet fueron necesarios en su día, pero…

«Un libro que puede ayudar a la industria editorial a buscar nuevos horizontes y fórmulas que combinen la creación individual, el lucro empresarial y las nuevas formas de narrar/crear /distribuir en Red. Un libro, en definitiva, que marcará un antes y un después en la historia de la literatura de nuestro país». Por qué? En qué rompe tu libro con todos los demás? Y por qué crees que un libro va a tener tanta influencia en un sector al que parecen no influirle ni las cifras de ventas?

En este pedazo del epílogo del libro estoy jugando. Hago una broma con 24H según la SGAE y otra “según un crítico bondadoso”. Claramento está exagerado. Sería un sueño, desde luego, que este libro significase un antes y un después en la industria. Creo que #24H es un un virús troyano en el sistema. Quiero entenderlo como eso. Un virús que quiero que infecte a la industria, al sistema operativo del sistema. Un virús que es una excusa. Una excusa para hablar de copyleft, de creación colectiva, de otros modelos de negocio, de distribución. No me interesa tanto que se hable de mí y de 24H como de los asuntos que toca. Y bueno, sí influirán las ventas. Si vendemos lo suficiente (en digital muy barato, a 1,99 euros) probaremos que se puede hacer negocio con precios asequibles y que liberar la copia y que circule el libro es bueno hasta para el negocio de la industria.

¿Crees que por el hecho de estar basado en Internet un libro puede tener ahora mucha mayor acogida? Qué aportan las redes sociales al ámbito de la literatura?

Sin lugar a dudas. El libro lo podrá leer cualquier persona del mundo. Basta saber español y tener acceso a Internet. La distribución deja de ser un obstáculo. Si sólo estuviera en papel sería una tarea casi imposible. Internet facilita, democratiza, el acceso a la cultura. Elimina el intermediario (casi) y convierte el mundo en un barrio. ¿Redes? El boca a boca , antes, se hacía en la fila del cine, en el metro o en los bares. Ahora, es infinitamente más fácil. Nos fiamos incluso más de lo que nos cuenta nuestro amigo que de los medios. Será un boca a boca híbrido entre periodistas y ciudadanos. Sin lugar a dudas que las redes van a ayudar muchísimo! Además, las redes posibilitan la mezcla, la circulación de la obra. Aunque las redes son apenas una parte de la Red. Internet, el P2P, por ejemplo, es el mejor amigo de una obra. Cambiar información, copias, es no sólo un derecho sino una actividad que enriquecen al creador, a la obra. el P2P es la mayor revolución de la historia.

Crees que los lectores españoles están preparados para este tipo de literatura, para implicarse y reutilizar el libro con cualesquiera fines?

Sin duda. No todo el mundo. Pero en España hay una cultura libre, copyleft, fortísima. Es uno de los países del mundo más activos y fuertes en cultura libre. los jóvenes, todo lo que está alrededor del 15M, está a la vanguardia de muchas cosas Y creeme que estoy circulando por el mundo y veo como en ciertos asuntos (cultura libre, innovación social) el mundo mira a España con mucho respeto. quien no está preparado para 24H es la industria. No creo que entiendan la sala de remezclas ni la estrategia de lanzamiento que hemos diseñado.

No te da la sensación de que a veces sobrevaloramos el poder que tenemos porque en las redes nos relacionamos con gente que parece estar en nuestra misma cuerda pero luego se comprueba que la mayoría de la sociedad española está aún a años luz de nuestros deseos y nuestros experimentos?

Pues no estoy de acuerdo. Puede ser que exista un porcentaje alto de España, de una población de mayor edad, más analógica, que no encajen con nuestros deseos. Pero a mí las redes, Internet, me ha servido para encontrar gente maravillosa, fresca, creativa, increíble. En los últimos tiempos he conocido en Twitter a tanta gente increíble que les considero parte de la familia. Cuando he ido conociendo a algunos de ellos en persona, es como si les conociese de toda la vida. Sé cómo piensan, qué les inquieta, qué pueden aportar a la sociedad. A veces me siento más cerca de la gente a la que sigo en Twitter (o que me sigue) que de amigos de toda la vida. Creo que España, . Infelizmente, los medios, nuestros patéticos gobernantes, la industria cultural, los intelectuales que frecuentan los canapés, no entendieron nada y desprestigian a la generación más rompedora de la historia reciente: la quincemayista. Y muchos están rumbo al exilio.

cómo ha difuminado Internet las distancias, las fronteras. Y cómo ha alterado la forma de contar historias, bajo tu punto de vista? Qué nos aporta?

Marshall McLuhan hablaba de la aldea global mucho antes de que existiera ese fenómeno. Ahora, hace años que es una realidad. Las fronteras son etéreas, ficticias. Es un mundo fragmentado, un espacio de flujos, del que habla Manuel Castells. Podemo sentirnos más próximos a una persona que vive a 10.000 quilómetros que de nuestro vecino. Yo participo, por ejemplo, todos los miércoles en el encuentro Thinkcommons, vía streaming. Participo en el chat con una comunidad que está en varios países. Asisto en VLC vía streaming a muchas sesiones del Media Lab Prado Madrid, entre otras cosas. Me siento parte de ello a pesar de vivir a 10.000 km. A la forma de contar historias… uf, pues todavía no hemos valorado lo suficiente esto. Puede afectar nada (un escritor que publica en papel, con copyright) y que odia que nadie haga nada después de su obra. Pero puede afectar muchísimo. Si incorporas a la comunidad en el proceso de creación (yo lo he intentado) el resultado es imprevisible. El mismo formato novela, cuento, puede sufrir mutaciones imprevisibles. 24H, con formato/flujo, blog, es una prueba de ello.
Hemos pasado de la aldea global al planeta barrio.

Qué aporta #24h, teniendo en cuenta que después de todo lo anterior dices «No tiene el menor interés para la sociedad , o sea, para nosotros». ¿Entonces, para qué escribes un libro con tanta carga crítica, social y política, y más basado en el 15M?

Ese comentario pertenece al “24H según la SGAE”. Es satírico. O sea, no interesa nada a la SGAE , a CEDRO, a los que se piensan representantes de la cultura, para el poder. Para la sociedad , los ciudadanos, cualquier lector, creo que tiene interés. #24H podría ser un estado de ánimo, una atmósfera de la crisis, de los motivos que calentaron las revoluciones de 2011. Allá están todos los elementos, creo, recopilados de una forma poética y macarra al mismo tiempo. En una parte del libro, un personaje le dedica un parrafito a James Joyce y a su Ulises. Le dice algo así como, “Joyce, eres el pasado. Tu monólogo interior se llama Twitter y es colectivo”. Ni siquiera las técnicas narrativas clásicas, del siglo XX, el monólogo interior como una forma de aproximación subjetiva a un mundo caótico, me parece válida. Tenemos que buscar nuevas formas narrativas. 24H es un intento.

Si tuvieses que definir en cuatro líneas #24H, ¿cómo lo harías?

Es la recreación de un día en un planeta que se llama Internet. Un relato que tiene un formato digital (blog) y que pretende legitimar una nueva forma de contar historias, una nueva forma de relatos, el nuevo tiempo fragmentado de Internet. Además, pretende retratar el paisaje de la eclosión social de 2011 y cuestionar los viejos hábitos de la industria editorial.

Comentas que tu libro es “un experimento de marketing, formato, distribución y licencias”, ¿por qué optar por una forma de lanzamiento tan original? ¿Crees que romper con los pasos tradicionales en el campo de la edición es algo que está abierto a todos los autores o sólo libros ‘distintos’ (el tuyo también parte de una propuesta muy original) pueden lanzarse con una propuesta tan radical?

Está abierto a todo el mundo. Quien no lo haga es porque no quiere. Cierto que las editoriales clásicas tienen cierto pavor del nuevo mundo. E incluso mucho desconocimiento. El ebook en España es todavía un gran desconocido. Lo peor de todo es que rigen las viejas formas de hacer las cosas. Copyright. Un pequeño adelanto editorial en concepto de derechos de autor y un 10% para el autor. No tiene ningún sentido que en formato ebook la editorial siga quedándose con un 90%. Además, lo que no han entendido que la circulación de la obra beneficia al propio negocio de las ventas. Se han enquistado en la definición de piratería, totalmente tendenciosa, y no han entendido nada.

Arrancaste la campaña de lanzamiento del libro con Pay with a tweet (un tweet, parte del libro gratis). ¿Qué respuesta has obtenido por parte de los lectores? ¿Quién fue o qué título fue tu inspiración para lanzar esta campaña en Twitter?

Pues hemos tenido bastantes decargas y sobre todo, ha circulado bastante en Twitter. Todas estas personas que están leyendo el libro ahora son críticos. O sea: cualquier lector es el mejor crítico literario. Espero que después, mucha gente se anime y compre el formato ePub, enriquecido, con vídeos, música. Incluso habrá gente que lo compre en Bubok y Lulu, en papel, porque también acepta una lectura lineal y en papel. El lector se pierde los links, pero con un ordenador cerca lo resuelve. DRP-Barcelona es una editorial vanguardista y está muy pendiente de nuevas formas de marketing. La verdad es que no teníamos un libro de referencia que usase este sistema. Nos gustó, simplemente, la posibilidad de hacerlo así.

Muchos autores, sobre todo autoeditados, hablan del gran empuje que está teniendo en el lanzamiento de sus libros y de su campaña como autores las redes sociales. ¿Crees que el mundo de la literatura y la edición en general están viendo como sus esquemas se fracturan por culpa de las redes sociales? ¿Están los lectores tomando el control de lo que quieren leer gracias al social media?

Creo que sí, cada vez más. Todavía los críticos, revistas, medios especializados, tienen peso. Y lo entiendo. Una persona que lleve toda la vida hablando de libros, sin duda, que tiene mucho que decir. Pero también cualquier lector es un crítico en potencia. Hemos vivido siglos bajo el mandato cultural de una élite que nos decía qué libro era bueno y qué libro no, qué era cultura y qué no. Eso ha cambiado radicalmente en los últimos años. Por un lado, este boca a boca de las redes, que ha dinamitado las campañas de marketing de los fabricantes de best seller. Cualquier libro, si engancha y resulta interesante, puede ser multitudinario. O simplemente llamar la atención y cuestionar algo. Ocurre en la literatura, pero está ocurriendo en todo. EL paradigma del experto tiene que convivir con la inteligencia colectiva. No les queda otra. Lo que no entiendo es que una buena parte de la industria cultural vea Internet, las redes y los formatos digitales como enemigos.

Eliminar las editoriales de la ecuación, los filtros, ¿no nos condenará a los lectores a sumirnos en una avalancha de novedades editoriales que no siempre tendrán la calidad literaria suficiente? ¿O actuarán los mismos lectores como filtro para otros lectores?

¿Pero de verdad pensamos que el aluvión de títulos de la industria son libros buenos y necesarios? ¿que la música pop de pésima calidad que se hace en España es buena? Durante muchos años nos han intentado convencer de que lo que publicaban era bueno. Y no siempre es así. Los best sellers, aunque no todos, son el mejor ejemplo de producto creado, artificial. Entendido como eso: un producto comercial. Mientras la industria impone a Bisbal, hay millones de amantes de la música escuchando en internet otro tipo de música más alternativa. Los lectores serán filtro. Aunque el filtro es una ecuación oblicua entre lectores, masa, críticos, personas con más reputación digital y medios. Me parece, sin duda, un paradigma mucho más interesante que el que hemos vivido estos años.

Volviendo a tu libro, ¿qué es exactamente la mesa de remezclas y qué aportará a los lectores?

Hemos habilitado gracias a la herramienta booki.cc (http://www.booki.cc/24h/_info/) una sala para que cualquier persona pueda hazer un remake, una nueva versión de libro. Que pueda mejorarlo, cambiarlo. Por un lado es una llamada de atención a la industria que entiende una obra como un producto cerrado y la inspiración como algo exclusivamente individual. Todos los grandes autores se inspiraron en el pasado. Los grandes libros místicos, todos, de la Biblia al Ramayana, era relatos colectivos que alguien escribió. Quiero llevar a la literatura a un terreno, la remezcla, que la pintura, el cine o la música ya conocen. Además, tener licencia Creative Commons es una apuesta y una forma de denunciar que el copyright es un velo talibán en la mayoría de los casos. El caso de Agustín Fernández Mallo, que se vio obligado a retirar del mercado un remake de El Hacedor, de Borges, por María Kodama, la viuda del escritor. Un sinsentido, porque Borges fue el gran genio de la literatura link. Le deberían explicar que la copia, la cita, es una prueba de amor, de admiración. Además, que el remake se hace desde que el mundo es mundo.

Y ¿qué hace que este título no sea ‘uno más’ de los libros que toman el 15M como punto de partida?

Pues tal vez porque no es un punto de partido y sí un punto de llegada. No es un libro sobre 15M ni lo pretendo definir ni calificar. Más que eso, retrato un paisaje de los últimos años, de Wikileaks a Anonymous, de la Ley Sinde a Democracia Real Ya, la crisis, las redes…. con un enfoque diferente, de ficción, además, y un formato que refleja mejor lo que está pasando en el mundo y las redes que la linealidad del papel clásica.. Si lo hubiera escrito en el siglo XVIII #24H sería un diccionario enciclopédico; si hubiera sido en mayo del 68 sería una novela existencialista. Hoy sólo me ha salido en formato blog.

¿Cómo surgió tu inquietud de elaborar este proyecto?

Pues como casi todas las cosas serias en esta vida, empezó como un juego. Allá por 2007, con el surgimiendo de Second Life (y dos años después de mi aterrizaje en Orkut, mi primera red social) comencé a interesarme por las relaciones político-sociales en el mundo virtual y sus puentes. Asistí con entusiasmo a la primera manifestación virtual (frente a la sede de IBM Italia en Second Life). También por las narraciones colectivas. El formato blog, esa rueda, siempre me pareció un flujo imprevisible e interesantísimo. Empecé a escribir lo que hoy es 24H (que no tenía título) en 2007. Lo aparqué. Lo retomé tras la explosión de la primavera árabe. Y tras el 15M y su explosión de redes no tuve otro remedio que encerrarme un mes en un apartamento sin internet (sólo tenía en el móvil) para parir 24H. Tenía claro que quería cuestionar por un lado el formato de libro cerrado que se entiende como un objeto. Por otro, buscar nuevos modelos de distribución y de negocio, nuevos caminos de libros digitales. Lo más importante quizá es considerar el libro como una obra open source, como una creación de código abierto. Los programadores de software libre comparten el código. Lo mejorar rescribiéndolo. #24H pretende ser una línea línea de una narración mayor. Cualquier persona puede remezclar el texto.
¿No había antedentes similares en tu escritura?

No conozco muchas experiencias similares. El Sur, de la española Silvia Nanclares, va por ahí.
Considero que el copyright es un velo talibán para una obra creativa. Por eso lo hemos licenciado con Creative Commons, copia y obra derivada liberadas. La literatura es la última de las artes que ha caído en el remix. Duchamp o Picasso aplicaron la inspiración-remix del pasado al vuelo. La música – a pesar de la industria – ya entendió qué es la remezcla. Espero que la literatura poco a poco entre en este juego.

¿Tienes algo anécdótico sobre tus principios en la narrativa? para compararlo con lo que eres hoy en día.

Pues yo comencé a escribir de niño. Recuerdo que gané algún concurso de cuentos en el colegio. Una vez gané un Atlas de premio. Me encantaban los mapas, los ríos, la geografía. Mi madre me dijo que lo devolviese, que ya tenía otros. Pero yo ya había pintado de azul unos garabatos para quedármelo. Después seguí escribiendo cosas y cuentos de adolescente. El periodismo me dio músculo y técnica en la escritura. Fue una ejercicio fundamental. Curiosamente, #24H tiene muy poco que ver con mi primer libro, Calle Amazonas, un libro de crónicas periodísticas. El lenguaje de internet, los blogs y más recientemente las redes sociales, han estado muy presente en mi vida. Por eso, todo desembocó en este libro #24H. Por un lado, algunas experiencias mías están presentes. Por otro, todos los nuevos lenguajes y formatos de Internet.

¿Por qué elegiste estas 24 horas, explícame un poco más esta línea de tiempo, los aspectos de la temporalidad?

#24H es una ficción sobre la sociedad en red con el movimiento 15M (Indignados) de fondo. Recrea un día en el ciberespacio entre el 16 y el 17 de mayo, justo cuando la Puerta del Sol se llena de indignados. Elegí ese día porque fue un día de transición. El 15 tuvo lugar una manifestación gigante en todas las ciudades de España que había sido convocada por redes sociales. Los medios clásicos la ignoraron. Tuvo que llegar el Washington Post, publicar una nota, para que la prensa española se enterase. El 17 fue el día en el que la Puerta del Sol de Madrid explotó y se llenó. En cuanto a la temporalidad.
Si hubiera escrito #24H en el siglo XVIII tendría formato de Diccionario Enciclopédico (supongo), si lo hubiera escrito en mayo del 68 sería una novela existencialista. En 2011 sólo puede tener este formato de blog-libro. Hace un tiempo que pienso que la linealidad – impuesta por el cristianismo y refrendada por la Ilustración – no tiene más sentido en un mundo dominado por los espacios de flujos, por los tiempos fragmentados. La estructura de los relatos ha mutado. Por un lado, hacia el uso-remix-creación colectivos. Por otro, hacia un nuevo relato multimedia, compuesto de partes de naturaleza diferentes. #2
4H podría ser una novela coral con un protagonista múltiple. Los asuntos de los que se hablan en 24H – participación política, redes, nuevos modelos, espacio público, creación colectiva … – creo que son los grandes asuntos del siglo XXI

Un día en You tube tiene 50.400 horas de vídeo, señalas ¿Cuántas las hay en realidad, en la literatura, y en este blog off line?

Como toda ficción, tiene una base real (incluso tweets reales).
Según lo fui escribiendo fui colgando pedazos en mi blog personal (alfacentauro.info). Incorporé algunos comentarios al libro-blog. Pero en el relato hay un 70% de imaginación, de ficción. Incluyo citas de otros escritores, con formatos diferentes. También hay un pedazo de reapropiación, de remix. Todo forma parte de una obra única e insustituible. No hay otro igual. Cuestiono un poco dónde está el límite de obra original y creación. Si un pensador pomposo usa citas del pasado, es un intelectual. Si lo hace un escritor gamberro, como Agustín Fernández Mallo, la viuda de Borges le obliga a retirar su remake de El Hacedor, algo patético y que deja en evidencia el sistema de derechos autorales. En el libro, además, hay alguna cita falsa, falsos escritores que nunca existieron. Quien lo encuentre que me avise. A lo mejor un día descubrimos que Platón nunca existió y que fue una broma de Aristóteles usada para lavarse las manos.

No es exactamente sobre 15M pero es el punto de partida, ¿qué opinas de esto?

Tal vez el 15M no sea el punto de partido y sí un punto de llegada. No es un libro sobre 15M ni lo pretendo definir ni calificar. Más que eso, retrato un paisaje de los últimos años, de Wikileaks a Anonymous, de la Ley Sinde a Democracia Real Ya, la crisis, las redes…. con un enfoque diferente, de ficción, además. Si es cierto que el #24H puede ser considerado como la arqueología de una época. En él están todos los cambios sociales, tecnológicos, que han propiciado las revoluciones 2.0. Quien lo lea, fíjate, entenderá un poco más el movimiento #YoSoy132 de México, y eso que lo escribí un año antes.

¿Cómo te identificas con ellos, los «Indignados», hacia dónde crees que vaya todo esto, España?

Totalmente. Ya participé en el pre 15M, durante unos meses, intenta contar cosas que estaban pasando, movimientos en red, ignorados por los medios. Sin lugar a dudas, el 15M es una máquina de innovación social, de acciones, de redes de apoyo, de solidaridad. Es la vanguardia de la tecnología social de Europa. Es un movimiento vivo que todos los días tiene acciones, que ha conseguido cambiar el estado de ánimo en medio de la crisisy que incluso propone cosas concretas. Casos no faltan. Desde StopDeshaucios, que ayuda a que la gente endeudada con los bancos no pierda su apartamento, hasta bibliotecas colaborativas como Bookcamping.cc, pasando por muchas cosas.
Está creando un estado paralelo, vivo, de intercambios, una sociedad P2P de la que hablan pensadores como el belga Michel Bauwens o el estadounidense Jochai Benkler. Curiosamente, mientras los mass media intentan desacreditar al 15M, el Propongo de Tomalaplaza (la plataforma web del 15M), una web donde los ciudadanos podían enviar propuestas, ha sido adoptado como modelo por el gobierno de Rio Grande do Sul, uno de los más fuertes de Brasil, que ha creado el Gabinete Digital con una herramienta parecida. Creo que el 15M, ya sea un estado de ánimo, un diagnóstico o una despertar colectivo, está creando imaginarios sólidos, diferentes, para una nueva época donde no existe la utopía en mayúsculas.

Leí un texto tuyo sobre la adhocracia, me resultó muy interesante, ¿ este concepto también parte, aunque señalas que fue creado en 1964, de esta nueva necesidad de cambio en las democracias, de tus señalamientos en #24H, cómo ves esto?

Sin duda, la democracia representativa está estancada. Ha generado una burocracia gigante, obsoleta. Una maquinaria de partidos verticales que ya no representan al pueblo. El parlamentose ha convertido en un objeto cerrado y poco participativo. Por eso, el concepto de adhocracia cotiza al alza. Equipos multidisciplinares, flexibles, rotativos, para resolver problemas colectivos de una forma más ágil. Creo que uno de los caminos es trabajar la idea de democracia en red, una democracia distribuida en el territorio, descentralizada, donde las redes de ciudadanos cocinen juntos proyectos, recetas y soluciones sobre espacios compartidos. La democracia en tiempo real, esa participación intensa que tiene el feed de las redes sociales como modelo, es otro imaginario viable que el 15M ha entendido bien. Que la democracia tenga la frescura y horizontalidad de Twitter será una cuestión de tiempo. Años o décadas, pero llegará. Creo que el 15M forzará la llegada a este nuevo modelo democrático más participativo e interactivo. Más que redes, me gusta hablar de sociedad en red. Existen ya herramientas digitales para la participación en la mayoría de las decisiones políticas. Lo que falta es actitud.

¿Qué tanto hay de México?, mencionas a Pancho Villa y al subcomandante Marcos.

Pues México es un lugar muy importante en mi trabajo, en mi trayectoria y en mi vida afectiva. Uno de los países más cercanos , junto España y Brasil, donde he vivido unos años. En el libro aparece una parte de mi visita a Chiapas, donde conocí a los movimientos sociales y a los Zapatistas. El subComandante Marcos aparece bastante, porque eligió una narrativa que anticipó mucho las revolucions 2.0. Se definía como apartidario ya. Era transversal (Marcos es una anarquista en España, un palestino en Israel… ) También agregador: «tras el pasamontañas no estamos nosotros, están ustedes». Fue bastante mal entendido en su época. Claro que también cometieron errores. También aparece la Ciudad de México, pues viví «la gripa» en México y escribí incluso sobre ello. Retrato la Ciudad de México desierta en medio del caos, mientras todo el mundo tuiteaba o estaba en las redes sociales. México está presente, vaya.

Al ver tu trabajo lo primero que recuerdo es a la cubana Yoani Sánchez, quien en su blog Generación Y, expone con el uso de las herramientas de internet, lo que está viviendo, y una narración que me es imposible comparar con lo que estas haciendo. ¿Qué opinas de esto? ¿Consideras, en este sentido, que desde hoy y hacia el futuro la narrativa estará destinada a estas otras formas, un alejamiento a lo convencional?

Vivimos una explosión de formatos transmedia. Relatos y contenidos que fluyen con formatos híbridos y diferentes por diferentes plataformas. Ha cambiado todo. No significa que dejará de haber novelas o cuentos. Simplemente hay otros formatos válidos. Antes la fotografía dialogaba con el cine, la literatura con la música. Todo era más cerrado. Ahora todo dialoga con todo. En un tweet cabe una foto un vídeo, texto, música. En 140 caracteres!

(Sobre tu reseña) No sabes aún lo que es?

Podría ser un libro-blog. O una novela coral 2.0 Quizá sea más interesante que el lector lo defina como quiera. Lo definí hace poco como un «virus troyano». Entender #24H como un virus que aspira a colarse en la industria, en la sociedad, para expandir ideas, formatos y nuevas prácticas. Un virus bueno, obvio. Lo mejor será que lo remezcle en la sala de remezclas que tenemos habilitada para que los lectores sean Djs de palabras.

¿Por qué llamarte casi autor (en tu reseña)?

Por un lado para cuestionar el mito del «autor» como algo solemne. La inspiración viene de las musas y el autor es un tipo endiosado, que se cree superior al resto y que tiene una barrera brutal con el público y las masas. Pues no. Por otro, para cuestionar eso de que la inspiración es algo individual, exclusivamente personal. Todos bebemos del pasado, de un flujo creativo de siglos, de milenios. La Biblia o el Ramayana de la India son un conjunto de historias colectivas recopiladas 🙂 Ser (casi ) autor es una provocación. Me gustaría ser un autor diluido en el tiempo, que el libro se despedace y se convierta en una narración compartida y co-creado por mucha gente.

¿Por qué intentar hacer un ebook de algo que ya está en la red, exponer un fenómeno que está a la mano todos los días?

Como decía antes, hay una buena parte de creación mía, de ficción. He recopilado todo de una forma aparentemente lineal, que se lee más o menos cómodamente. En la red hay muchas cosas, pero dispersas. Pero también la labor del «curator», de juntar, remezclar y presentar contenido en un formato así es válida. Además, #24H es un blog imaginario. Y utópico! Es más activo, creativo e imprevisible de lo normal.

Sobre lo que llamas fake, qué opinas de esto en ese planeta llamado internet, un fake que abunda, que a la vista no sabemos distinguirlo.

Es parte del juego. Algunas de las verdades que tomamos como absolutas a lo mejor son mentira. Algunas de las obras que tomamos como míticas, puede que sean un fake de algo. Lo fake sólo existe porque algunas personas lo consideran así. Lo mismo con la obra auténtica. Duchamp dejó muy claro eso con sus ready made. Si él decía que un paraguas era una obra de arte y el público y crítica lo aceptan como obra de arte. Entonces, es obra de arte. Lo fake tiene un lado peligroso, claro, en la información. Hay que verificar siempre la fuente y no dar por válidos rumores o mentiras. En la creación artística es más flexible e interesane.

¿Crees que para los lectores de hoy será más fácil adentrarse este tipo de lectura, en un ebook que en los formatos tradicionales? , ¿cómo lo ha recibido la gente, y es distinto en otros países?

El público y lo lectores están mucho más preparados para una obra así de lo que pensamos. Casi todos los formatos fueron una bomba en sus inicios. Las canciones pop de 3 o 4 minutos, con estribillo fueron una gran novedad en su época. La poesía libre sin métricas. Creo que, evidentemente, los lectores de blogs y de Internet están mucho más preparados que otros para estos nuevos formatos. En España ha tenido una buena y cálida acogida. Está surgiendo un debate alrededor de #24H sobre escritura colectiva, ¡que es lo que más me interesaba!

¿De qué manera los mexicanos, pueden conseguir #24H desde aquí?

Pues se puede comprar en papel con el sistema Print on Demand en Bubok y Lulu. Al ser Lulu una empresa estadounidense, creo que no será tan caro el envío. En formatos digitales lo tenemos disponible a 1,99 euros. En ePub para Ipad y en Mobi para Kindle. En breve estará disponible en Amazon. De momento, en este link se pueden conseguir todos los formatos
http://www.dpr-barcelona.com/index.php?/projects/dpr-books/

Posteado por: Bernardo | junio 1, 2012

El vídeo de la presentación de #24H en Madrid

Aquí tenéis el vídeo de la presentación de mi libro #24H en el Matadero, el pasado día 16 de mayo. El colectivo Zuloark se curró un Storify fantástico sobre la presentación.

Posteado por: Bernardo | May 29, 2012

Mi libro #24H no es un libro: es un virus troyano

La imagen es de  Starfive y tiene licencia Creative Commons.

Hace un par de semanas hice una entrada en este blog diciendo que #24H – una obra que me ha publicado la editorial DPR-Barcelona – no era un libro. Escribí que #24H era una trampa. Que podría ser un blog off line. Un edificio deconstruíble. Un palco. Una caja de herramientas. Un laboratorio de mercado. Después seguí dando pistas en otro texto titulado Mi libro copyleft vale un tweet, en el que explicaba por qué regalábamos el libro por el precio de un tweet, por qué nos interesa que la obra circule y por qué la copia está liberada.  Tenía guardado un ciberas bajo la manga: una definición más explosiva para este #24H que hoy presento en Barcelona (ZZZINC, 19.00 horas).

#24H no es un libro: es un virus troyano. Me explico. Utilizo la segunda definición de virus de la Real Academia de la Lengua: » programa introducido subrepticiamente en la memoria de un ordenador que, al activarse, destruye total o parcialmente la información almacenada». Y la remezclo con una parte de la entrada de Wikipedia. Me interesan dos de los objetivos de un virus troyano según dicha enciclopedia:

-Ejecutar o terminar procesos.

-Apagar o reiniciar el equipo.

#24H no es un libro, pues. Es un virus troyano. Los griegos, escondidos en un caballo,  conquistaron la fortificada ciudad de Troya. Un virus (troyano) se presenta al usuario «como un programa aparentemente legítimo e inofensivo pero al ejecutarlo ocasiona daños». #24H aspira a ser un troyano en el mundo editorial. Queremos que entre en la fortaleza del copyright, en el modelo de negocio del siglo XX.  Y que ejecute un proceso: reivindicar las licencias libres, el valor de lo compartido, las narraciones colectivas, el diálogo con los lectores, los remakes libres de las obras, los precios razonables para los formatos digitales…  Y pretende apagar o reiniciar el equipo de la industria editorial que no está entendiendo las reglas de la nueva era. Por lo menos una parte del sistema.

#24H es una excusa troyana, vaya, para hablar de algunos asuntos presentes en el escrito y para abordar estos tiempos convulsos en los que vivimos:  el copyleft, la participación ciudadana, 15M, Anonymous,  urbanismo P2P, crisis de la democracia participativa, la Europa que se desmorona, el procomún, la corrupción, la sociedad en red, la remezcla o la cultura digital…  #24H, además, es un intento de viabilizar otro modelo de gestión cultural sin tantos intermediarios. #24H -virus, libro, trampa o prototipo futurible-  está aquí para quedarse. Para quedarse mutando, fragmentándose, desvaneciéndose. Cualquier lector podrá despedazarlo, remezclarlo o continuarlo en la sala de remezclas que hemos preparado. Larga vida a la nueva Troya, como tal vez hubiera o hubiese escrito Homero en su Odisea, el libro que remezcló narraciones colectivas, ese poema milenario copyleft.

#24H está disponible a 1,99 euros en formato eBook para Kindle, ePub para tabletas y Pdf interactivo. En papel, está disponible en Lulu y Bubok.


Posteado por: Bernardo | May 10, 2012

#24H, mi nuevo libro

#24H, mi última creación, ya está para todos aquellos que quieran usar el  sistema Pay with a tweet. Basta tuitear desde este link para conseguir la primera parte de #24H en formato PDF interactivo. Mañana, pondremos todo el libro entero a golpe de tweet.  Paulatinamente iremos ocupando formatos, plataformas digitales, papel. Hemos llamado a la estrategia ‘occupy plataformas’.

Presento #24H el día 16 de mayo en Madrid (Matadero,Paseo de la Chopera, 14, en la Offficina, 19.30 horas) con una conversación entre Virginia Pérez Alonso (directora de 20 Minutos.es), Pepe Cervera (periodista), Stéphane Grueso (cineasta, activista), el colectivo Zuloark y yoEn Barcelona, lo presento el día 23 de mayo (ZZZINC, Sant Vicenç 33, 19.00 horas) en una conversación entre José Luis de Vicente (investigador cultural, net-thinker) y yo. A todo esto, creo que #24H no es un libro. Como no sé exactamente lo que es, insinúo algunas posibilidades (así es la nota de prensa que he enviado a los medios).

#24H es un blog off line. El (casi) autor comenzó a garabatear lo que hoy llamamos #24H en el año 2007 en un documento de texto.  El formato emulaba un blog: una entrada, comentarios ordenados linealmente. El (casi) autor, entonces, estaba interesado en la realidad virtual, en Second Life, en las narraciones distribuidas de la red, en la ciberpolítica. Durante la Primavera Árabe retomó la escritura frenéticamente. Algunos de los garabatos de 2007 estaban sucediendo. Tras la explosión del 15M español, el (casi) autor continuó escribiendo el blog off line hasta completar 24 horas de linealidad. El blog-libro-relato recrea 24 horas, entre el 16 y 17 de mayo de 2011, en un planeta llamado Internet, justo antes de que la Puerta del Sol de Madrid se llenase de “Indignados”.

#24H es una trampa. Recrear linealmente un día en el siglo XXI es una osadía (una trampa). El tiempo es una sustancia fragmentada, deterrioralizada, cóncava, convexa. Un día en You tube tiene 50.400 horas de vídeo. 2.100 días caben en un día. 70 meses, en 24 horas. #24H tiene links, ecos del pasado, tweets que circulan, salidas, túneles, lectores que se refugian en chats paralelos. El flujo del blog es una trampa.

#24H es un edificio deconstruible. Cualquier lector puede deconstruir #24H. Puede leerlo de principio a fin. Pero también de forma oblicua. Puede eliminar una parte. Puede imprimir partes del libro gracias a un sistema de etiquetas. Existen tantos libros como lectores.

#24H es un relato coral. Las musas no han escrito #24H. La inspiración no es exclusivamente el alimento creativo de su (tal vez) autor. La escritura se basa en otros relatos, en otras inspiraciones. #24H forma parte del torrente de la historia.  Aunque buena parte es un libro de ficción, en sus líneas hay referencias, citas, realidades, tweets reales, pedazos de blogs. #24H es más un collage que un cuadro. Además, el autor colgó pedazos de #24H en su blog Alfacentauro.info e incorporó comentarios de sus usuarios en el río / relato.

#24H es un palco. Cualquier puede subirse a #24H, gritar, llorar o reir. También, cualquiera puede subir y limitarse a escuchar al público sin pronunciar una palabra.

#24H es remezclable. Cualquier lector puede descuartizar #24H, podarlo, rescribirlo. La licencia Creative Commons lo permite. El autor y la editorial creen en la creación colectiva. El remix es deseable. #24H es un código fuente. Cualquier puede mejorarlo igual que hacen los programadores de software libre o los Djs. Por eso existirá (en breve) una sala de remezclas para los DJ de palabras.

#24H es una caja de herramientas. Cada palabra puede ser un tornillo o una tuerca que encaje en otros lugares. Cada párrafo puede ser un alicate que transforme otra pieza en algo diferente. Cada página  puede ser un clavo que sostenga una estructura mayor.

#24H es un laboratorio de mercado. #24H es una cobaya voluntaria del mundo editorial. Pretende iluminar un camino. Vendiendo #24H a 1,99 euros en formato digital, el autor y editorial desean probar que hay otras fórmulas editoriales al margen de las fábricas de best seller. También quieren probar que liberar la copia sin fines lucrativos incide positivamente en el autor, editorial y obra.  Y que Internet es el mejor aliado (no enemigo) de la cultura.

#24H es un cajón de sastre. Los lectores de #24H (el blog) meditan sobre la crisis, las hipotecas, el capitalismo que “proyecta logos sobre la luna”, las ciudades patrocinadas, la corrupción, Internet y una clase política desprestigiada. En #24H conviven el movimiento hacktivista Anonymous con el subcomandante Marcos; Italo Calvino con la Bruja Avería; pensadores como Félix Guattari, Manuel Castells o Hakim Bey con Mortadelo y Filemón; Democracia Real Ya con Pancho Villa; Naomi Klein con Leo Bassi; el Manifiesto Cyborg de Donna Haraway con Karl Marx; Einstein y los sonidos bastardos de las favelas de Río de Janeiro. Desamor, frustración, copyleft, utopías, cibermovimientos, contrapublicidad, Djs mash up, sueños, especulación, cartografías subjetivas, Twitter, neo-realismo mágico, wikiplazas, ciberpunk, volcanes en erupción. Y una Europa que se desmorona.

#24H es el inicio de una era. Más que un día en la tierra, con Madrid y la incipiente Spanishrevolution al otro lado de la ventana/frame, #24H es un espejo tuerto, empañado y crítico en el que se refleja el mundo, toda una época. #24H es apenas la primera línea de una nueva era que se precipita hacia un futuro misterioso, vibrante e imprevisible.

Este post se ha publicado previamente en mi blog Código Abierto en 20 Minutos.

Posteado por: Bernardo | abril 30, 2012

Un manifiesto posperiodístico

Para algunos, los periódicos de papel están marcados para morir. El estudio elaborado por Ross Dawson creó una línea del tiempo con la fecha exacta de fallecimiento de los diarios en cada país. En 2017 se extinguirá el último periódico en Estados Unidos. En 2031 no habrá diarios en Japón. En torno a 2040 no quedarán periódicos impresos en África. Para muchos, la comparación es inevitable: si desaparecen los periódicos muere el periodismo. Los agoreros aprovechan cada dato o informe para confirmar la crónica de una muerte anunciada. La prensa escrita es la industria que más decrece en Estados Unidos. Los medios se hunden en España: baja un 20% la facturación por publicidad. Sin papel no hay periodismo, piensan los que fabrican noticias como siempre lo hicieron.

Los augurios mortales contra los medios – o contra el periodismo-  vienen de lejos. El prestigioso pensador Jean Baudrillard, en su clásico Réquiem for the media, de 1972,  arremetía con el sistema de mass media unilateral y vertical. «Debemos entender la comunicación – escribía Baudrillard – como algo más que una simple transmisión-recepción del mensaje». Informar no es comunicar. Pero la mayoría de los medios de comunicación continuaron en la senda de la transmisión-recepción del mensaje en la era de Internet. El medio es el mensaje, como diría Marshall McLuhan. El papel / pantalla es todo. Substituye al mensaje.

En 2005, Bruce Sterling, uno de los escritor más influyentes del cyberpunk, observando la inercia del viejo régimen informativo escribió el Dead Media Manifiesto (manifiesto de los medios muertos), «una guía para los paleontólogos de los medios». Bruce (@bruces en Twitter) vislumbró entonces el suicidio de los medios: «Necesitamos un libro sobre los fallos de los medios, el colapso de los medios, un libro que detalle los horribles errores que debemos conocer para no repetirlos». Su manifiesto, en esencia, no era tan diferente al réquiem mediático de Baudrillard: «El verdadero medio es una transmisión inmediata, dada y recibida, hablada y respondida, móvil en el mismo espacio y tiempo, recíproca y antagonista».

Confieso que este post no existiría sin el texto Por un manifiesto posfotográfico de Joan Fontcuberta, en el que el artista catalán desguaza los cimientos de la vieja fotografía con fascinante naturalidad. Fontcuberta imagina cómo opera la «radical creación posfotográfica» en un mundo en el que «el artista se confunde con el curador, con el coleccionista, el docente, el historiador del arte, el teórico». Ya no se trata de producir obras, afirma, «sino de prescribir sentidos». Prevalece la circulación y gestión de la imagen, apunta, «sobre el contenido de la imagen». Tras varias relecturas del texto de Fontcuberta, tras más de quince años de profesión, cambié la palabra «periodista» en mi perfil en Twitter por «posperiodista». Y eso que tengo muy claro que el periodismo no va a morir. Nos encontramos ante una mutación semántica. La definición clásica de periodismo ya no sirve. Tal vez sobreviva, enriquecida, en una nueva definición de «posperiodismo». Un redefinición que describe otra realidad, otra práctica, otros hábitos. ¿Y cómo opera la radical creación del posperiodismo? Intentaré imaginar una especie de hardware posperiodístico en un decálogo abierto, remezclable y claramente mejorable colectivamente. Los siguientes puntos ya están colgados en un wikidocumento en PiratePad. Cualquiera puede rescribir este manifiesto posperiodístico.

1) La información pasa a ser un proceso compartido. Los productores de información incluyen a los lectores en la elaboración del contenido. Compartir en blogs, plataformas de vídeo o sites los detalles de cómo se ha elaborado un trabajo informativo es tan importante como el resultado final. El contenido llegará a ser un making of en tiempo real.

2) La definición de contenido evoluciona, crece, se amplia.Comentar una noticia, difundirla con un valor añadido (más contenido), remezclarla, es crear contenido. La adhesión (clickar en «Me gusta» en una red social) es otra nueva mutación del contenido. La edición pasa a considerarse una forma de autoría.

3) El posperiodista se confunde con el curator (comisario). Seleccionar el contenido relevante en la infoesfera de la sobreabundancia será una de sus principales tareas. Filtrar contenido será una de las labores del posperiodista.

4) Sobre el marco: tenemos que entender el posperiodismo como una estructura de código abierto en constante desarrollo. Nadie posee el periodismo. Cualquiera puede usarlo. Cualquiera puede mejorarlo. Cualquiera puede hackearlo.

5) La noticia – que no desaparecerá – deja de ser la unidad básica del posperiodismo. El flujo, un constante fluir de hechos, datos y declaraciones, pasa a ser la columna vertebral del posperiodismo. El fragmento pasa a ser la unidad mínima informativa. La información se convierte en un río compartido que incorpora fragmentos distribuidos elaborados por periodistas y lectores. El río convivirá con una estructura informativa descentralizada (archivo en beta) inspirada en la Wikipedia.  Algunos, camino insinuado por la P2P Foundation, preferirán añadir información al wikicuerpo de su marca que al río de flujos.

6) La información deja de ser un producto para ser una comunidad. En ocasiones, las comunidades girarán en torno al contenido generado por los posperiodistas. En otras, ellas mismas elaborarán su propio contenido. Los medios – con contenido propio o ajeno- pasan a ser una valiosa plataforma de interacciones.

7) La inmediatez pasa a ser considerada como un mero plug in o aplicación de algo mayor. Sin un sistema operativo, sin un gestor de contenidos, el plug in o aplicación informática es inservible. La inmediatez no es el epicentro del posperiodismo. La inteligencia colectiva de una ciudadanía armada de smart phones será el mejor aliado (y no enemigo) del posperiodismo para entender la inmediatez. Buena parte de las fuentes clásicas serán devoradas por esa inteligencia colectiva en tiempo real.

8) El posperiodismo prescribe sentidos a hechos ya conocidos. El lector descubrirá cada día menos noticias en las marcas informativas. Entenderá gracias a las marcas informativas, eso sí, los fragmentos ya conocidos. Por eso no basta con informar. No basta con comunicarse con los lectores. Explicar, analizar y contextualizar son características que se diluirán en todos los géneros narrativos.

9) Sobre la definición de relato: las historias se construyen con piezas de naturaleza diferente, con piezas superpuestas, con piezas moldeables. El relato adoptará nuevos e impredecibles formatos híbridos construidos con pedazos aparentemente inmezclables.

10) Sobre el eco del mensaje: prevalece la importancia de la circulación y de lo compartido. El mensaje será algo coral, distribuido, modificable, enriquecido y retroalimentado durante todo el ciclo de la comunicación. El eco – una nueva narración colectiva – se confundirá con el mensaje.

Este post fue publicado originalmente en mi blog Código Abierto de 20 Minutos.

Posteado por: Bernardo | abril 25, 2012

La infinita velocidad de la red

http://www.youtube.com/watch?gl=BR&v=s4WBkCDYn1A

«Es necesario repensar la riqueza como goce del tiempo y no como pulsión adquisitiva. No se trata de predicar otra idea de riqueza, sino de crear un movimiento de ricos, es decir, de personas libres que no posean nada, que tengan necesidades de poquísimo y de disfrutar del propio tiempo como propiedad inalienable. Un movimiento del ocio y del sabotaje, un movimiento de la substracción y de la lentitud, multiplicado por la infinita velocidad de la red»

El texto es un extracto del libro Generación Post Alfa (bájatelo gratis y legalmente aquí gracias a Tinta Limón Ediciones), del (gran) pensador italiano Franco Berardi BIFO. El vídeo es una de las acciones del movimiento ciclista Nuvem de Río de Janeiro. Piden fondos con crowd funding e invaden el espacio público con espíritu de sound system (bicis+música+Djs). La conexión (Bifo+Nuvem) se me ocurrió tras una charla con el (gran) Adriano de Angelis (@deangelis) en la casa Fora do Eixo de Minas Gerais (Brasil), durante la Invasión Hacker de la Casa de Cultura Digital y Fora do Eixo. El texto lo escribo en algún lugar entre Belo Horizonte y São Paulo, dentro del autobús hacker (ônibus hacker).

El vídrio refleja la pantalla de mi netbook. Los párrafos reflejados se incorporan a este espacio de flujos, fragmentado, no lineal. El verde-tras-el-cristal engulle «la infinita velocidad de la red».

Posteado por: Bernardo | abril 22, 2012

«La editorial del futuro será una App móvil»

Crisis de valores. Crisis de modelo mediático. Crisis de sistema. Bruno Galindo recrea en su novela El Público (Lengua de Trapo) los años previos a la crisis en una España anestesiada por suplementos de moda y la burbuja inmobiliaria. Como punto de partida elige una reunión entre una consultora y un periódico de izquierdas que ha perdido sus lectores de entre 25 y 40 años. A partir de ahí, a Nuestro Hombre – una especie de anarquista que acabó vendido al sistema – inicia un viaje personal que resume un país, un continente y una clase media superficial. El Público concluye con una «explosión colectiva» en un final abierto. Para Código abierto, mi blog en 20 Minutos, he seleccionado las preguntas que más tienen que ver con tecnología, nuevos paradigmas de la cultura y redes.

Nuestro Hombre, el protagonista de El Público, crítico con el sistema, acabó engullido por el mismo: siendo redactor de moda, tendencias para ricos, rodeado de marcas. ¿Hasta qué punto resume a la clase media española, europea, antes de la crisis?

Sólo en cierto modo. El personaje pasa de una aparente autenticidad a una curiosa capacidad de tragar con todo es una especie de anarquista frustrado que vive esperando una señal para salir a luchar- a. Quizás la clase media a la que mencionas ha, hemos hecho el camino inverso: antes estábamos bien y sólo a partir de la crisis estamostomando cierta conciencia.
Desde mi punto de vista, también hay una parte de nuestra clase media que creyó en la riqueza fácil y tuvo una conducta autoindulgente. Por ejemplo: ¿cuánta gente de clase media se metió a comprar casas para hacer negocio, contribuyendo a la desestabilización del precio del suelo? Habría que hacer un examen de conciencia y admitir que, durante
años, parte de la ciudadanía vio normal comprar por tres y vender por diez (que es lo que hacen los bancos). Nuestro Hombre es autoreferencial y se corrompe por cuatro perras sin dudarlo demasiado, pero él ha hecho el camino inverso.
Hay otros puntos discrepantes. Por ejemplo, la clase media española es (o era, según cuando se lea esto) fundamentalmente asalariada. Nuestro Hombre es un freelance. Y en España los freelances ni representan a nadie ni son representados por nadie.

El Público pone el dedo en la herida: considera que todo el mercado del lujo, tantos suplementos, era para «ver», una ilusión óptica…

Planteo una teoría en la que no creo necesariamente del todo: el lujo -ese lujo obsceno del Eldorado árabe de los hoteles de siete estrellas- es en sí mismo una nueva cultura. En la novela, este edén capitalista representa una fantasía que en otro tiempo ocupó el culto-a-la-cultura (arte, música, literatura). La naturaleza del ultralujo actual es, estoy de acuerdo, la de una ilusión óptica que linda con la pornografía.

En cierto sentido, la introducción del personaje ruso (la rica-que-quiere-ser-prostituta) insinúa que vivimos en una sociedad gobernada por élites vacías, agencias, capital. ¿Hasta qué punto la crisis ha demostrado esto?

Para mí lo interesante de ese personaje la disfunción o el malestar que encierra y que le lleva a esa degradación. El personaje vive una realidad ultracapitalista: la chica lo tiene todo y… se aburre. O se siente mal, y quiere tener una experiencia sórdida y “real”. A muchos nos pasa algo parecido: tenemos más de lo que necesitamos y, en algún punto, nos sentimos mal. Ante eso podemos aceptar las cosas o buscar salidas furtivas más o menos oscuras. Seguramente la crisis (entendida como crisis de valores más que financiera o económica) acentúe esta clase de patologías.

El libro aborda la crisis de la prensa, del modelo mediático. En la pre crisis tener páginas llenas de publicidad era síntoma de éxito. Sin embargo, los lectores de entre 25 y 40 desaparecieron. ¿Por qué los medios no han entendido las redes, el mundo horizontal, conceptos como co-creación, interacción?

En la novela se parte de la desaparición de los lectores de 25 a 40, pero en el mundo real han desaparecido lectores de casi todas las edades. Acoto esos años para abarcar una horquilla generacional de la que me interesa hablar. Los grandes medios no han entendido las redes hasta hace poco -acaso porcaracterísticas precisamente generacionales- porque subestimaron internet desde unprincipio. No tienen excusa: han estado años mirando la revolución tecnológica de soslayo en vez de transformar sus productos al nuevo mundo. Aún hoy se ven actitudes empresariales que pretenden que sea el mundo tecnológico el que se adapte al de la prensa vieja escuela. Lo han hecho tarde y mal. Pero ojo, ha ocurrido en buena parte del
mundo, no solo en España.

Pienso que el periodismo en España, con algunas excepciones, sigue funcionando bajo las órdenes de un viejo sistema de red vertical. Partidos políticos, Gobierno, instituciones y marcas dictando agenda, ruedas de prensa sin preguntas, los mismos temas en las portadas…. ¿Estás deacuerdo con ello? ¿Será que ahí reside parte del problema de la crisis de los medios?

Quizás sí. Pero para no culpar de todo a los medios, hay que decir que la sociedad entera está enfocada a ese culto desde los partidos, las instituciones, las marcas. Estamos en un momento de tránsito del viejo al nuevo mundo, y es evidente que no todos tienen interés en que se produzca un cambio que quitará poderes aquí y los redistribuirá allá. De ahí las
colisiones sociales que se están produciendo en todo el mundo. Volviendo a la prensa, gracias a twitter, la horizontalidad ya está bastante asumida. Los medios se están inspirando claramente en el timeline de twitter: mira el “está pasando” que ha implementado elpais.com, por ejemplo. Está claro que el verdadero temario de noticias en una comunidad, sea esta regional o internacional, es la lista de trend topics (obviando los que están patrocinados). La tecnología ha dado la oportunidad al público de decidir qué le interesa, rompiendo el monopolio de los medios. Pero en fin, todos sabemos estas cosas a estas alturas.

¿Consideras que el formato de la cultura, el considerar las obras «productos cerrados y definitivos» está sobrepasado?

Sí. Pero no todos los ámbitos están en igual de desfasados. Por ejemplo, la música ya ha entendido el fenómeno de la remezcla; lleva años de experiencia y se puede decir que más o menos han aceptado la incorporación del usuario en el proceso. También en
periodismo se sabe que un artículo no está completo sin los comentarios de quien lo ha leido, así que queda permanentemente abierto, pues puede recuperar vigencia en función de la actualidad. El cine -donde aún hay barreras muy claras entre espectador y autor- está en búsqueda de su futuro en esta era. El teatro y el arte plástico, uno por su formato
enteramente presencial y el otro por su relación con el mundo físico, van un poco más por libre y están más bien fuera de esta charla. La literatura -que es lo que nos ocupa si hablamos de una novela- es la última de las artes en incorporarse al proceso, creo yo. El mundo editorial da la impresión de no haberse dado por aludido en las debacles de otros ámbitos dedicados al contenido -música, cine, periodismo-, o de haberlo hecho muy recientemente. A mí me llama la atención la falta de
curiosidad del mundo del libro, que no se haya sentado con gente del mundo del disco y le haya preguntado: oye, ¿a ti qué te pasó?

¿Cómo debería adaptarse el mundo editorial a la era de la transparencia de los procesos? ¿Un libro o película no podrían comenzar – como algunos – antes de su parto, en su proceso? ¿Acaba una obra literaria cuando la concluye un autor o continúa
después?

El libro es un experimento abierto, lo que permite todos esos procesos de intervención que tú sugieres, y otros que aún no imaginamos, tanto on line como off line. Pero eso ocurrirá en el libro electrónico más que en el libro tradicional. La tarea principal de las editoriales -que han de defender puestos de trabajo y también lo valioso de su experiencia desde Gutemberg hasta hoy- estará en conciliar lo viejo y lo nuevo. Hay mucho por hacer. La literatura entra, con todas esas adiciones a la periferia de las obras, en una era fascinante.

¿Hasta qué punto el copyright está impidiendo la continuación de las obras tras su comercialización?

El desafortunado episodio entre Maria Kodama y Agustín Fernández Mallo pone de manifiesto el desencuentro entre el viejo y el nuevo mundo. Recordemos que la viuda y albacea de Borges ha obligado a Alfaguara a retirar del mercado “El hacedor (remake)”, donde el escritor mallorquín trabajaba en una interpretación personal y contemporánea de materiales del clásico borgiano. Lo de Kodama es penoso. Seguramente no tiene a nadie cerca que le haya explicado que una remezcla es, en primer lugar, una declaración de admiración.

¿Por qué el mundo cultural – y el editorial concretamente – siguen basando sus campañas en inversiones publicitarias, marketing clásico, agenda de grandes medios, ruedas de prensa, entrevistas con periodistas etc?

Por costumbre. Por falta de curiosidad. Por inercia. Ojo, también hay editores que han entendido que el negocio es un experimento, y como tal debe estar abierto porque de otro modo su existencia peligra. Dentro de muy poco habrá buenas aplicaciones que editen de modo automático; lo hemos visto en los ámbitos del texto corto o medio, la foto, el vídeo. La editorial del futuro será una app. La agente literaria, un community manager que conozca el medio. Y los autores, quizás el mismo público.

Presentaste El Público mezclando spoken word con rueda de prensa. ¿Son importantes los nuevos formatos de presentación? ¿Y las campañas en redes, diálogo con twitteros o lectores?

Las presentaciones tradicionales de novelas son absurdas: le sirven más a los editores y a los autores -que se sientan a hablar de lo suyo- que al público (que aún no tiene elementos para comprender lo que se dice porque no han leido el libro). A mí me parece interesante leer un fragmento, y que la gente vea si le gusta lo que oye o no le interesa. O crear nuevos formatos de presentación. Por otro lado entendamos que la piratería empieza a ser un problema para muchos autores, que además están cobrando anticipos sustancialmente menores. Desaparece el dinero, y es legítimo -además de interesante-
que los escritores hagamos como los músicos, ganarnos la vida contando nuestras historias frente al público.
Supongo que hoy los escritores debemos tener una estrategia digital (blogs, redes, vídeos, archivos sonoros) y otra presencial: lecturas, mesas redondas, presentaciones. Ojo: hablo de un perfil que me interesa a mí, no seré yo quien diga lo que nadie debe hacer. Muchos autores no tendrán la edad, la personalidad idónea o simplemente las
ganas de explotar su presencia en modo “perfoliterario”.

El libro acaba con una interrupción, con una eclosión social, un despertar colectivo. El espíritu del 15M se cuela (eso creo) en un final abierto. ¿Cómo te influyó el 15M a la hora de redimensionar o retocar el libro?

Me dio cierto quebradero de cabeza, porque la novela estaba terminada en 2009 y yo no quería quedar como un oportunista que traía “una novela sobre el 15M”. Pero decidí no intervenir sobre lo ya escrito. La cosa estaba en el aire, como se suele decir.

Posteado por: Bernardo | abril 17, 2012

#YPF y #Repsol: dos nacionalismos patéticos

«Sería mucho más cierto si agregara que ella y su marido estuvieron entre los líderes más entusiastas de la desnacionalización, y que ella y su marido consiguieron gracias a la privatización 500 millones de dólares que nunca reaparecieron, y que ella y su marido fueron los que obligaron a Repsol a venderles a sus amigos Eskenazi una parte importante de la empresa con el dinero de la propia empresa, y que ella y su marido apoyaron y elogiaron con todo entusiasmo –hace solo meses– a esa empresa argentinizada, y que ella y su marido gobernaron durante estos nueve años de desnacionalización y desinversión.(…) El control del Estado sobre la exploración y explotación de hidrocarburos es necesaria, y probablemente el Congreso va a sancionar la ley que hoy se presentó. El problema es el Estado que lo va a manejar: un Estado controlado por un gobierno incompetente que trabaja para su propio poder, que conspira para enriquecer a sus amigos, que cambia los jueces que no le gustan, que silencia las voces que no lo lisonjean, que mantiene a tantos en la pobreza y la desesperanza.

Martín Caparrós, argentino, critica el populismo del Gobierno argentino en El País

«El arrebato de españolismo empresarial que obnubila al Gobierno del Reino de España resulta doblemente chocante si se tiene en cuenta que el actual ¿líder? del PP formaba parte del Ejecutivo de Aznar que decidió vender todas las acciones de la rentabilísima empresa Repsol, que era pública; desespañolización por la que el partido gobernante que lo decidió, el PP, no soltó ninguna lágrima…Para evitar arrebatos y visceralidades que idiotizan, conviene insistir en la circunstancia capital de que YPF es una empresa jurídicamente argentina, que paga impuestos en Argentina, aunque hasta ahora estuviera controlada por una sociedad que tienen sede en España pero cuyo accionariado está mayoritariamente en manos extranjeras.
El Gobierno de Rajoy es una joya y a veces tiene estos arrebatos didácticos, como en el caso YPF, con el que está dando pruebas incontestables de que el patriotismo económico-societario es un bluf –o un ardid– al que se recurre cuando interesa defender intereses ¡privados!… O por electoralismo..»

Félix Soria, español, critica el populismo barato del Gobierno de Rajoy, en Im-Pulso. Cuando el 1% impone una metanarrativa hueca, nada como deconstruirla.

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